Los trabajadores de las contratistas al servicio de Metrogas y Gas Natural Ban reciben salarios hasta un 54,7% más bajo que los que están en la plantilla de personal de esas distribuidoras, pero hacen las mismas tareas de extrema peligrosidad y alta calificación y complejidad. Su situación no es una particularidad. Lo mismo ocurre con los trabajadores subcontratados por las grandes compañías de electricidad, telecomunicaciones y siderurgia, que tienen salarios inferiores entre un 32% y un 62% respecto de los empleados que realizan sus mismas funciones para las empresas principales.
La información sobre esos diferenciales salariales, que genera dos “categorías” de trabajadores para hacer la misma tarea, aparece en el primer informe elaborado con datos oficiales, surgidos del Sistema Integrado Provisional Argentino (SIPA). Hasta hora esa disparidad salarial era una estimación teórica, pero el análisis demuestra que esas diferencias “se mantienen en forma constante a través del tiempo”, precisó a PERFIL el coordinador del informe, el profesor de la Universidad Torcuato Di Tella Sebastián Etchemendi. La precariedad de los empleos en la Argentina fue puesta sobre la mesa esta semana por la Universidad Católica Argentina, con la presentación de un informe al respecto.
Estas diferencias de ingresos suelen explicar también los conflictos gremiales: la brecha salarial es posible porque los empleados de las contratistas quedan bajo convenios laborales que no son de la actividad en la que trabajan. Uno de esos conflictos terminó con el asesinato del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra. Los dirigentes de la Unión Ferroviaria, José Pedraza y Juan Carlos Fernández, condenados por el hecho, tenían una empresa tercerizada que prestaba servicios para los ferrocarriles.
“En varios sectores, los salarios de un alto porcentaje de los trabajadores de las contratistas se determinan por escalas salariales inferiores a las que establece como piso el salario básico de convenio de la categoría más baja de las empresas principales; incluso, en algunos sectores un porcentaje significativo de trabajadores no alcanza a percibir un salario mínimo”, señaló entre sus conclusiones el informe del Centro de Estudios de Trabajo y Desarrollo de la Universidad Nacional de San Martín, que analizó los promedios salariales y de empleo de 259 empresas entre agosto y octubre de 2014.