Pese a la calma cambiaria de los dólares paralelos en noviembre, y las menores ventas de divisas por parte del Banco Central (BCRA) en relación a meses anteriores, la erosión de reservas internacionales se mantuvo incesante, y el mes terminó con una caída de US$ 1.204 millones. Según proyecciones privadas la pérdida podría rondar entre los US$400 o US$ 500 millones mensuales hasta recibir el comienzo de la liquidación de la próxima cosecha gruesa entre fines de marzo y abril de 2021.
De acuerda a las cifras preliminares del BCRA, el stock de reservas internacionales este lunes se ubicó en US$ 38.652 millones, el menor nivel desde fines de diciembre de 2016, y representa una baja de US$ 3.843 millones desde el endurecimiento del cepo cambiario anunciado a mediados de septiembre, y una sangría de US$ 6.196 millones en lo que va del año.
Según el último dato oficial disponible al 24 de noviembre, la intervención de la entidad monetaria en el mercado arroja un saldo negativo de US$307 milllones, muy inferior al nivel de US$ 1.090 millones de octubre, los US$1.618 millones de septiembre y los u$s1.279 millones de agosto.
Los otros factores que explicaron la caída de reservas en noviembre son principalmetne pagos al FMI y otros organismos internacionales (US$ 480 millones), la salida de depósitos en dólares, y la baja en la cotización del oro.
En la entidad monetaria destacan que “la necesidad de intervención del BCRA en el mercado oficial es significativamente menor mes a mes, mostrando que están funcionando los filtros para evitar distorsiones en el mercado de cambio".
No obstante, para los analistas, el panorama es "preocupante" porque estiman que las reservas netas o de libre disponibilidad son inferiores a los US$3.800 millones.
Y encienden una luz amarilla por la dinámica que muestra la balanza comercial, que es el principal proveedor de dólares.
“El superávit comercial disminuyó desde los $ 1.400 millones que promedió entre junio y agosto, a los actuales US$ 600 millones mensuales, lo que impacta en la oferta neta de dólares por esta vía”, precisó un informe de Delphos Investment, que explicó que ese menor saldo es producto de una caída de las exportaciones y una suba en las importaciones en un escenario de brecha cambiaria significativa.
Perspectivas. En este contexto, la consultora sostuvo que la recuperación de la actividad ante la mayor flexibilización de la cuarentena y una brecha cambiaria superior al 80% “puede ser un limitante a la acumulación de reservas”.
Según el análisis de Delphos, “hasta recibir el refuerzo de la liquidación de la cosecha gruesa aparentemente deberemos convivir con una relativa escasez de dólares, que se traduciría en una caída de reservas internacionales por transacciones de alrededor de US$400-US$500 millones por mes aproximadamente”.
“De esta manera el gobierno apuesta a mantener un ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial a la par de la inflación sacrificando reservas hasta obtener los ansiados dólares de la cosecha gruesa”, agregó.
Así, remarcó que “en este escenario la trayectoria del resultado comercial resulta clave en los próximos meses, junto con un acuerdo sólido con el FMI. Menores niveles de exportaciones gatillarían mayores restricciones a las importaciones y tensiones renovadas en los mercados cambiarios alternativos, con el consecuente impacto en la actividad mientras que una reactivación de exportaciones no tradicionales brindaría oportunidades para acelerar la recuperación en 2021”.
De igual mirada, Martín Polo, estratega en jefe de Cohen Aliados Financieros, señaló que “pese a un contexto global favorable y con la brecha cambiaria estable, el BCRA sigue perdiendo reservas internacionales y su posición para mantener la política cambiaria actual es cada vez más débil, pues las reservas internacionales netas se ubican levemente por encima de los US$ 3.200 millones, muy poco para afrontar lo que viene”.
"Si bien el repunte de los precios internacionales de las materias primas ayuda, no es suficiente para compensar la fuerte caída que vienen mostrando las cantidades exportadas. En este contexto, en el que las importaciones ganan dinamismo por el repunte del nivel de actividad y el estímulo que genera la brecha cambiara, el BCRA tuvo que reforzar el control de cambios para revertir la fuerte caída del saldo comercial de manera de moderar el déficit del mercado cambiario. Mientras no repunten las exportaciones, el BCRA no tiene otra opción que restringir las importaciones –con el costo que esto genera sobre la actividad- y/o acelerar el ritmo de devaluación del peso", planteó.
En sintonía, un informe de GMA Capital también resaltó que “las intervenciones del BCRA, si bien fueron moderadas en noviembre respecto de meses anteriores no se detuvieron, por lo que la erosión en reservas brutas y netas siguió su curso”
“La foto de hoy y la película reciente son crudas. En lo que va de 2020, las reservas brutas se hundieron más de US$ 6.000 millonesy las netas, US$ 5.900 millones (stock inferior a USD 3.800 millones). El monto actual de reservas netas es apenas un tercio del stock que había el 17 de marzo previo a la cuarentena”, precisó.
En cuanto a las perspectivas para los próximos meses, subrayó que “en esta temporada en particular, se anticipan pocos dólares por llegada del turismo internacional”.
Asimismo, alertó que la dinámica internacional del oro -su precio se hundió casi 9% en 45 días- “está generando ruido”.
“El hecho de que el metal precioso esté registrando el año con mayor volatilidad desde 2013 no pasa inadvertido. De hecho, la erosión en la calidad de los activos más valiosos del BCRA incrementó la participación del stock de oro como factor explicativo. Tomando la medición bruta, las inversiones en el commodity pasaron de representar el 4,5% en agosto de 2019 a ser el 9,6% de las reservas. Pero en el caso de las reservas netas, la dependencia del oro se hizo aún mayor. En los últimos 14 meses, el peso áureo trepó desde 16% hasta 74%”, detalló.