Un proyecto busca desalentar los mails y mensajes que llegan a cualquier hora en la era de la conexión constante. Se trata de una ley de desconexión digital que aspira a lograr un uso racional de la tecnología y penalizar monetariamente a los empleadores que se contacten fuera del horario de trabajo.
"La sobreexposición tecnológica ha derivado en nuevos riesgos para la salud física y mental. Trabajadoras y trabajadores tienen contactos permanentes en línea, en cualquier momento, y por fuera de todo acuerdo contractual", explicó el senador por La Pampa del Frente de Todos Daniel Lovera sobre la propuesta que entró al Senado.
La idea es establecer pautas para que luego se negocien dentro de cada convenio colectivo de trabajo. "Es un tema que debe negociarse en cada actividad, pero lo que se busca es asentar el derecho de clavarle el visto al jefe", detalló Sofía Scasserra, economista e integrante del Instituto del Mundo del Trabajo IMT de la Universidad de Tres de Febrero (Untref).
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La penalización monetaria apunta a generar un uso racional de las herramientas de comunicación en las relaciones laborales. "Así el empleador lo va a pensar dos veces antes de mandar un mensaje fuera de horario. O va a programar el mensaje para que llegue más tarde, cuando se retomen las tareas", remarca Scasserra, quien también trabajó con Lovera en un proyecto de protección de datos de los trabajadores que llegó al Senado. En ese caso, la meta es limitar el uso de los softwares de vigilancia y garantizar que el trabajador conozca a cuáles de sus datos de navegación accede la empresa.
La desconexión digital ya se aprobó en países como Francia o Alemania. En esos casos, se demostró que parte de la población, el 12%, sufría "agotamiento laboral" también conocido como "burnout". En Francia fue incluido dentro del código laboral. Y en Alemania hubo empresas vanguardistas, como Volkswagen que, en 2011, impuso el bloqueo de acceso a los servidores fuera del horario de trabajo.
En el caso del proyecto de desconexión, el proyecto apunta a consagrar un derecho laboral general para luego dar lugar a la discusión dentro de cada convenio colectivo. "No es lo mismo para un cirujano o una obstetra, que tienen responsabilidades distintas y deben ser contactados, que en el caso de un empleado de comercio", agrega la economista.
Recursos. En línea con los países vecinos como Chile y Uruguay trabajan en estas horas en propuestas para regular el teletrabajo o "home office", también se prepara un proyecto para regular el trabajo desde casa, que cobró relevancia con la pandemia de coronavirus. Según datos de Cippec, un 30% de los trabajos en el país podrían realizarse bajo esta modalidad.
Es un debate que recién comienza pero que plantea a cargo de quién deben estar los recursos y la infraestructura necesaria para el trabajo en internet, que en estos días de teletrabajo acelerado y pandémico, corren por cuenta del trabajador: la computadora, la conexión de internet o el servicio eléctrico.
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Desgaste. Otro de los debates pendientes es a quién beneficia el teletrabajo y cómo impacta en la vida de las mujeres que llevan adelante, en la mayoría de los casos, otras tareas de cuidado de hijos, adultos mayores o del hogar. En ese marco, la Fundación Foro del Sur está llevando adelante una encuesta con ONU Mujeres y el Ministerio de Trabajo para analizar el impacto.
"Vamos a armar propuestas de políticas públicas, estrategias para empresas, sindicatos y organizaciones civiles que puedan atender los intereses de mujeres de distintos sectores socio-económicos que usan por el aislamiento y que probablemente van seguir usando esta modalidad de trabajo", explico Marlise Ilhesca, directora de la Fundación. "Creemos fundamental que cualquier marco regulatorio debe considerar las especificidades y necesidades de cada mujer que use el teletrabajo desde la casa. Una lección de la pandemia es que no debemos esperar que surja un problema para reaccionar. Siendo el trabajo desde casa un tema con especial impacto para las mujeres, tenemos que estar en la mesa de negociación desde el principio", concluyó.