ECONOMIA
Efecto pandemia

El teletrabajo podria alcanzar a tres millones de trabajadores en el país

Según el CIPPEC entre el 27 y 29% de todos los trabajos de la Argentina tienen potencial para realizarse desde el hogar. Reflexiones de Alberto Fernández sobre el teletrabajo en el reportaje que le hizo Jorge Fontevecchia.

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Teletrabajo. Cambia de forma radical la organización de la producción. | shutterstock

El teletrabajo en Argentina podría alcanzar a más de 3 millones de trabajadores según se desprende de un estudio realizado recientemente por CIPPEC sobre el impacto del aislamiento preventivo y obligatorio en las modalidades de empleo en Argentina.

Dicho estudio del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento revela que el porcentaje de trabajos que tienen el potencial para realizarse desde el hogar se encuentra entre un 27 y un 29% de los totales, y se reduce a 18% si se considera la cantidad de hogares con uso efectivo de computadoras.

Según el trabajo “Evaluando las oportunidades y los límites del teletrabajo en Argentina en tiempos del COVID-19”, de un total aproximado de 11,7 millones de trabajadores cubiertos por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), entre 3,1 y 3,3 millones se dedican a actividades que podrían ser realizadas desde el hogar. Como complemento, entre 8,3 y 8,5 millones de trabajadores no puede trasladar sus tareas diarias al mundo digital. Aún así estos porcentajes difieren sensiblemente del que resulta de estimar cuántos trabajadores efectivamente trabajan desde el hogar: menos del 8% de acuerdo a datos de 2017.

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"La pandemia nos expone a nuevas cosas", le comentaba el presidente de la Nación Alberto Fernández a Jorge Fontevecchia CEO de Perfil Network, durante un extenso reportaje en el que el primer mandatario analizó también esta forma de trabajo desde el hogar que se hace cada vez más común y crece en momentos de aislamiento. "Me doy cuenta que ciertos trabajos se pueden hacer desde la casa. Esto del trabajo a distancia o el teletrabajo es una modalidad que está funcionando y hay lugares de la administración púbica que lo aplican, como la AFIP", indicó. También explicó que esto dará lugar a la necesidad de evaluar otros parámetros. "Uno tendrá que preguntarse qué salario debería tener el que hace teletrabajo y el que tienen que hacer trabajo presencial; porque el que hace teletrabajo tiene menos gastos de transporte, de comida fuera de casa, y demás. Son todos temas que seguramente van a cambiar pero es parte del desafío que se viene" aseguró. Y recordó que en este nuevo escenario el peronismo, dada su fuerte base de trabajadores será protagonista.  "Seremos el partido de los trabajadores y de los teletrabajores", resumió Fernández

 

Respecto al estudio realzado por CIIPPEC la relativa facilidad para trasladar un trabajo del mundo físico al mundo digital es clave para determinar los costos económicos del aislamiento. "Si la mayoría de los trabajos puede realizarse con facilidad de forma remota, entonces el impacto en el mercado de trabajo será relativamente leve; si son pocos, entonces la disrupción en el mercado laboral será de mayor magnitud. En el primer caso la política sanitaria seguirá dominando la escena; en el segundo, las tensiones entre las políticas de mitigación del COVID-19 y la política económica serán evidentes”, destacó Ramiro Albrieu, investigador principal del Programa de Desarrollo Económico de CIPPEC y autor del documento.

 

El estudio analiza el potencial del teletrabajo de diferentes tipos de empleo y de sectores productivos. Por ejemplo, en profesiones es superior al 50%, mientras que en las ocupaciones no calificadas no llega al 10%. También hay diferencias palpables en términos de género: el potencial para el teletrabajo sube a 34% en el caso de los hombres, y desciende a 25% en el caso de las mujeres.

La distribución por grupos de ingreso también es asimétrica: el 10% más rico concentra el 20% de los trabajos que pueden realizarse desde el hogar. Como contrapartida, el 10% más pobre aporta menos del 3% de los trabajos que pueden realizarse desde el hogar.

La falta de infraestructura digital hogareña (al menos una conexión segura a internet y un dispositivo digital) es también un obstáculo  para la adopción del teletrabajo. Si se toma en cuenta el acceso a una conexión de internet al evaluar el potencial de teletrabajo, el porcentaje de trabajos que pueden realizarse desde casa cae a un 25%: menos de 3 millones de trabajadores sobre un total de casi 12 millones tienen el trabajo y la infraestructura para realizar sus tareas de forma remota.

Las políticas de aislamiento no pueden ser consideradas inocuas sobre el trabajo

Los obstáculos  se acentúan si se toman en cuenta la cantidad de ocupados que utilizan computadoras en su hogar: en ese caso, el porcentaje de trabajos que pueden realizarse desde casa cae a un 18%.

Por otra parte,un 40% de los trabajadores (4,8 millones) no puede realizar teletrabajo por las particularidades de la actividad económica que realizan. Para estos trabajadores el costo del aislamiento es prohibitivo, no sólo por la imposibilidad de percibir sus ingresos laborales sino también porque se concentran en las franjas vulnerables de la población.