¿Proteger la salud o proteger la economía? ¿Proveer de productos a los hospitales o flaquear las arcas de cara al futuro? Estos son, tan solo, algunos de los interrogantes que envuelven a la pandemia del COVID -19, y que la mayoría de los líderes políticos deberá descifrar con sus acciones de aquí al futuro.
Ahora bien, ¿cómo deberían responder las empresas ante tamaña incertidumbre? Cada organización es un mundo aparte, y cada cual tomará las medidas que crea adecuadas, aunque hay una tendencia irrefutable, que es la digitalización total de algunos procesos.
La empresa que lidero está dedicada al Desarrollo de Software y en este nicho el trabajo remoto es más natural que en otros rubros. No obstante, hay dos valores esenciales que permitirán a organizaciones de todas las industrias transitar esta incertidumbre de la mejor manera: empatía e innovación. Y esto no solo vale para las empresas, pequeñas o grandes, es esencial para cualquier institución social; sea una familia, un hogar, una fundación o la que se nos ocurra.
Argentina: coronavirus, crisis y cambios
La empatía y la innovación deberían envolver todo el andamiaje corporativo, tanto interno como externo, en estos contextos de crisis que particularmente, citando al Presidente Alberto Fernández, nos enfrenta a un enemigo invisible y donde la confusión es inevitable.
¿Cuál es la situación particular de la compañía? Esa pregunta debe ser respondida a diario con mensajes claros hacia los empleados y poniéndose en su lugar. En ese sentido, resguardarle a cada uno su trabajo es un cimiento básico para que cada individuo transite la cuarentena de forma estable.
Lógicamente, para acobijar al personal de cada compañía, el liderazgo implica planificar. Está claro que esta pandemia nos tomó a todos por sorpresa y con las defensas bajas, pero ejecutar un plan con cierta proyección permitiría mitigar los coletazos y fundamentalmente obrar de contención para los recursos humanos.
Sombras de un Nuevo Orden Mundial
Plantear metodologías ágiles y flexibles para el teletrabajo, utilizar plataformas de colaboración y videoconferencias amenas como puede ser Slack, Jitsi Meet y Trello, y hasta organizar happy hours virtuales son estrategias para conservar la armonía, reforzar los vínculos y mantener la motivación en alza.
Resultaría ingenuo plantear un futuro de optimismo naif y, obviamente, que el COVID-19 regará de secuelas a toda nuestra región, desde crisis sociales hasta la merma del consumo.
Ante esto, y mirando hacia el corto y mediano plazo, desde el lado de las industrias -y es lo que les aconsejamos siempre a nuestros clientes- debemos tener a mano la innovación para sortear obstáculos, adaptándonos a las nuevas formas de consumo que surgirán tarde o temprano: en un contexto donde nadie quiere acercarse físicamente a ningún lugar, ¿cómo puedo adaptar los productos/servicios a ese marco?
Un impuesto para atender la emergencia
Por ejemplo, a aquellos clientes que tuvieron que detener sus operaciones, les brindamos soporte desarrollando nuevas funcionalidades en su plataforma para que estén preparados para los nuevos paradigmas que se avecinan.
Sin dudas, esta pandemia acelerará los tiempos hacia un nuevo paradigma empresarial. Aquellas industrias y compañías nativas digitales partirán con ventaja. El resto se dividirá entre las que ya estaban desarrollando nuevos caminos y las que se habían quedado retrasadas, en la comodidad de sus historias. Obviamente, los cambios asustan y provocan incertidumbre, pero al mismo tiempo generan ilusión, esperanza y obligan a mantenernos despiertos. Hoy, nos asomamos al cambio y de cada uno depende la actitud que tomará.
* Ingeniero en Sistemas. Cofundador de Cocoche.