EDUCACIóN
Alfabetización digital

El aula como espacio de innovación

Una vez más, se realizó el certamen “Docentes Innovadores” que premia proyectos que involucran la apropiación creativa de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Durante la convocatoria de este año, destinada a maestros y directivos de todos los niveles de escuelas estatales argentinas, participaron quinientas experiencias, de las cuales diez resultaron ganadoras.

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| MECCYT.

Como todos los años, se desarrolló el certamen “Docentes Innovadores” que premia proyectos y experiencias que involucran la apropiación creativa de las TICs. Organizado anualmente por   el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología (MECCyT), el concurso estuvo destinado a docentes y directivos de todos los niveles y modalidades (inicial, primario, secundario e incluso institutos de formación docentes) de instituciones de gestión estatal argentinas.

Durante la premiación, que tuvo lugar el pasado 15 de octubre, Florencia Ripani, directora de Innovación Educativa del MECCyT, expresó: “Este tipo de iniciativas implican un enorme compromiso de los estudiantes y los docentes con el aprendizaje incorporando tecnología digital innovadora, permitiendo tanto el desarrollo expresivo de los alumnos como la construcción de objetos específicos que sirven para la resolución de problemas educativos. De esta manera, la escuela se inserta en la sociedad y se transforma en un espacio en el que se aprende a construir realidad”.

De los quinientos proyectos que participaron de la iniciativa, lanzada en el marco del Plan Aprender Conectados, diez resultaron ganadores, quienes recibieron un reconocimiento económico que será destinado a la escuela. El primer puesto obtuvo 200 mil pesos, el segundo, 100 mil, el tercero, 75 mil, y del cuarto al décimo, 50 mil cada uno.

TECNOLOGÍAS AEROESPACIALES

Alejandro Cordero es profesor de la Escuela de Educación Técnica Nº5 Amancio Williams, alojada en la ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires. Junto con los docentes Juan Mercadin y Gustavo Saucedo, llevó a cabo el proyecto “SatDuino – PicoSatelite”, una iniciativa que resultó ganadora del primer premio de la competencia. 

La idea surgió a la hora de buscar integrar tecnologías de bajo costo en la fabricación de un nano satélite. Para su concreción, se propuso las plataformas LORA, como encargada de la comunicación, y Arduino, como base de sistema embebido. El proyecto, que arrancó en febrero de 2019 con estudiantes del ciclo superior, se constituye como una iniciativa innovadora dado que incorpora nuevas tecnologías hasta ahora no utilizadas en instituciones educativas secundarias.

El trabajo, que se realiza en base a proyectos interdisciplinarios de Literatura, Matemática, Física, Inglés, Electrónica, Informática y Construcciones, consta de varias etapas que se completarán a fin de año con la elevación del nano satélite mediante un globo meteorológico para obtener datos de las variables atmosféricas y la polución.

 “Este será el primer Pocket Qube argentino y sudamericano realizado por alumnos de escuelas técnicas”, afirmó el docente Alejandro Cordero. “Tenemos un gran desafío por delante en los próximos meses, conseguir financiamiento para terminar el lanzamiento del prototipo en la estratosfera. Además, crearemos en paralelo la primera plataforma educativa de Argentina para el desarrollo de tecnologías aeroespaciales en el nivel secundario de STEM con el fin de promover futuros científicos e ingenieros”, enfatizó.

MEJORAR LA PRODUCCIÓN AVÍCOLA

En la Escuela de Educación Técnica N°1 de Río Seco, provincia de Tucumán, nació el proyecto “Incubadora de huevos automatizada”. Nelson Costilla fue el profesor encargado de liderar la iniciativa con la colaboración de los docentes Víctor Hugo Ruíz y Francisco Fernández.       

La experiencia, que ganó el segundo premio del certamen, tuvo como objetivo mejorar la producción avícola. “Queremos demostrar que se puede reemplazar un proceso natural como la incubación de huevos por uno artificial y automatizado mediante la implementación de prototipos electrónicos y sistemas informáticos”, describió Costilla. “En nuestra localidad no hay empresas o personas dedicadas a la fabricación de este tipo de producto, por tal motivo, decidimos ser pioneros en la fabricación de las mismas integrando los conocimientos que se vienen forjando en la escuela”, añadió.

El proyecto empezó en septiembre de 2018 y desde entonces es puesto en práctica por alumnos de 7° año. A partir de una investigación realizada a lo largo de seis meses, se accedió a información actualizada de las actividades económicas de la zona con ayuda de los docentes de Electrónica. Pero fue necesario acudir también a profesores de los talleres de Carpintería, Electrónica industrial, Electrónica de control, Telecomunicaciones y Diseño asistido, para el armado y la programación del prototipo. 

El premio obtenido durante el certamen facilitará la mejora, la profundización y la expansión a la comunidad del proyecto. “Es importante el reconocimiento para poder multiplicar estos saberes y prácticas en los sectores que buscan una salida laboral sin disponer de grandes capitales”, señaló Costilla.

LAS TICs Y LA FÍSICA

El I.P.E.M. Nº 369 Dr. René Favaloro, ubicado en San José de Las Salinas, provincia de Córdoba, es un centro educativo rural de nivel medio donde se gestó “Las TICs y la Física”, la experiencia que obtuvo el tercer puesto durante la premiación.

Bajo la coordinación de la docente Noemí Velázquez, se diseñó y construyó un prototipo de bastón capaz de detectar objetos próximos emitiendo un sonido, con el cual el usuario puede saber de obstáculos que tiene frente a él. “Observando, en una etapa diagnóstica, que los estudiantes no poseían saberes previos acerca de programación y robótica, se planteó implementar este proyecto”, explicó Velázquez. “Buscamos que reconozcan y comprendan el funcionamiento de los sensores, cómo obtienen información del entorno físico, cómo es tratada esta información y cómo actúa dando una respuesta al medio físico”, especificó.

La iniciativa, que nació en julio de este año, se desarrolla con estudiantes de 5° año desde el espacio curricular Física y con alumnos de 3° año desde Educación Tecnológica. “Salir de la teoría para trabajar en algo práctico, siempre resulta muy motivador para los estudiantes. Relacionar situaciones cotidianas con contenidos teóricos, al igual que el análisis crítico y reflexivo de las mismas, son prácticas necesarias para fortalecer estas capacidades en los estudiantes”, detalló la docente.

El dinero obtenido durante el certamen se destinará a la compra de recursos TIC como kits completos Arduino y de robótica, y bibliografía de programación, que permitan seguir investigando y experimentando desde diferentes asignaturas.

MÁS PROYECTOS PREMIADOS

La Escuela de Educación Secundaria Agraria N°1 Ezequiel Martínez Estrada, alojada en Goyena, provincia de Buenos Aires, creó un simulador bovino para utilizar en prácticas profesionales ganaderas, evitando así el estrés en los animales. El profesor Miguel Mascaro lideró la iniciativa que arrancó en abril de este año, con la colaboración de la docente María Florencia Arauz.

“Un simulador animal es un maniquí que ayuda a los alumnos a realizar prácticas antes de atender a los animales, para que sus ensayos no les provoquen dolor”, contó Mascaro.  Durante la primera experiencia piloto con el simulador bovino, al que llamaron Margarita, se pudo observar el triángulo de las inyecciones (yugular, cuarto y nalga izquierda) haciendo uso del código QR de vacunación. A su vez, se trabajó con la anatomía de la vaca mediante el código QR dispuesto en el prototipo.

En Río Colorado, Tucumán, se encuentra la Escuela Media de 7 de Abril. Allí, el docente Benigno Gramajo ideó un prototipado de robots para clasificar los residuos y generar un mejor reciclaje, junto con la profesora Mariela Santana. Mediante el uso de los “Kit Lego Mindstorms EV3”, los alumnos de 5° año lograron crear prototipos de robots que ayudan a crear conciencia sobre la importancia de limpiar el medio ambiente.

Gramajo explicó que, a través del proyecto, que se concentró en ciertas aplicaciones de la robótica, se logró concientizar “sobre la separación de desperdicios que generamos, evitando así que se conviertan en basura al ser mezclados”.

En la Escuela Secundaria Álvaro Barros situada en De la Garma, provincia de Buenos Aires, el profesor Gustavo Galván lideró el proyecto Roboteando, a partir del cual los estudiantes de itinerarios formativos de 5° año colaboran, desde abril de este año, con el desarrollo de una propuesta de robótica y programación destinada a niños de sala de 3 del Jardín de Infantes N° 1 del lugar.

“Como el jardín recibió un kit de rebotica y no tenía nadie que supiera usarlo, recibimos la invitación para ayudarlos”, relató Galván. “Mis alumnos están realizando pasantías, y creíamos que era un espacio propicio para comenzar con las mismas”, dijo.

Durante las visitas al jardín, se simuló el trabajo del robot mediante un juego, además de enseñarles a los pequeños la utilización de herramientas tecnológicas relacionadas con la robótica y las TICs y el uso de un software llamado “Robot interactivo CEKIT”. Luego, se empezó a trabajar con el robot en su programación.

“Ordenada-mente. Los Procesos Tecnológicos con Scratch” es otro de los proyectos ganadores que nació en la localidad de San Pablo, Tucumán, en la Escuela Barrio Villa del Rosario de nivel primario. Allí, a partir de un análisis previo de cada una de las etapas, se utilizó el programa Scratch para recrear, por ejemplo, el proceso de plantación, cosecha, transporte y elaboración de helados.

Sandra Villagra es la docente a cargo de la iniciativa, que se viene desarrollando desde el año 2018 con alumnos de 6º grado. “Con la integración del lenguaje de programación Scratch se busca no sólo el logro del aprendizaje de los contenidos del área, sino también de competencias de alfabetización digital, y el pensamiento computacional como parte de la cultura tecnológica en la que debemos formar desde esta disciplina”, advirtió la maestra.

“De alumnos para alumnos” también es una iniciativa ganadora del certamen que nació en la Escuela de Educación Técnica N°1 General Enrique Mosconi de Quilmes, provincia de Buenos Aires.

Leonardo Ramassotti y Juan Delia son los docentes a cargo del proyecto, a partir del cual los estudiantes de 6° año se convirtieron en los responsables del proceso de enseñanza, dado que, con kits de robótica, brindan acompañamiento a alumnos de escuelas primarias y secundarias de otras modalidades del distrito de Lobos. Las actividades incluyen la exposición teórica acerca de los conceptos básicos de electricidad y electrónica, la programación de software adecuado para dicha implementación y la demostración práctica de programación.

En la Escuela Francisco Morazán de la Ciudad de Buenos Aires, los alumnos de 6° y 7° grado del nivel primario trabajan desde agosto de 2018 en el proyecto “Desastres ambientales en la era del big data”. María Paula De Zettiry es la docente a cargo de la iniciativa, junto a Mario Efron, María del Carmen Accame y María Susana Díaz Muñiz.

Tomando como fuente de información las redes sociales, se creó un dispositivo que permite la visualización de datos mediante el seguimiento de posteos realizados por usuarios de todo el mundo vinculados con los desastres ambientales. “Este proyecto busca una apropiación de la tecnología que sea significativa y pueda ayudar a visualizar una problemática social concreta”, resumió De Zettiry. 

En San Martín de los Andes, Neuquén, se encuentra la Escuela N°359 Gustavo Roldán. Allí, las docentes de nivel inicial Natalia Marai y Daniela Calderón pusieron en marcha el proyecto “En la Ciudadanía Digital sí se puede: el caso del Momo”, tras constatar que el personaje virtual había provocado angustia y miedo en muchos de los niños.

El objetivo fue formar usuarios conscientes, activos y críticos, y así prevenir posibles peligros. “Se trabajó sobre la temática de los personajes para distinguir los virtuales de los reales”, advirtió Marai. “Por medio de los programas del Huayra, se crearon personajes Caripelas (…). También se realizó un juego de memoria que se convirtió en el centro de interés de los hogares. Luego, se utilizó el programa Power Point para la creación de historietas que se realizaron a través de fotos. También se usó Google Earth para visualizar los itinerarios de los personajes centrales”, detalló.

“El mayor impacto fue que los niños han ganado notable seguridad en el reconocimiento y el uso de distintos dispositivos tecnológicos, pudiendo tomar conciencia de su función en la búsqueda y la construcción de conocimiento”, concluyó la docente de la Escuela de San Martín de los Andes.