Con el comienzo del año escolar la lista de pendientes parece extenderse a
cada momento. Además de comprar el guardapolvo, preparar la mochila,
revisar la lista de útiles escolares, libros y materiales, se suma la tarea de
reforzar hábitos saludables y buenas prácticas que garanticen el buen
rendimiento de los chicos en la escuela.
Con la vuelta al cole es importante que se respeten los horarios de sueño. Esto
requiere cumplir con al menos ocho horas de descanso, no solo para tener un
buen rendimiento durante la jornada escolar, sino también para tener la
suficiente energía y el ánimo para un mejor aprendizaje.
Otro punto clave es recordarles los hábitos básicos de higiene durante todo el
período escolar. Lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño es
fundamental para evitar la transmisión de enfermedades.
Para los padres es clave revisar cada comienzo de año la libreta de vacunación
de sus hijos junto a su pediatra. “Tampoco se debe olvidar la visita a un
oftalmólogo para un control de rutina que garantice el óptimo rendimiento
escolar y un control odontológico para una buena salud bucal e incentivar el
hábito del cepillado dental”, expresa Cecilia Avancini, jefa de Pediatría de Vittal,
la empresa de emergencias médicas prehospitalarias.
El desayuno como primera comida del día es clave para que los más pequeños
puedan rendir en las horas siguientes. Avancini señala que los niños tienen
altos requerimientos nutricionales, debido a que se encuentran en etapas de
crecimiento y desarrollo. Por ello se recomienda la combinación de alimentos
de distintos grupos que aporten los nutrientes que ellos necesitan, como
carnes, huevos, lácteos, frutas, hortalizas, cereales, legumbres y derivados.
Otra recomendación útil es incluir lechuga y tomate en los sándwiches de la
vianda como acompañantes de carnes. Por otro lado, vegetales cocidos como
zapallito o espinaca, y/o papa en tortillas o tartas de verduras.
Además, para que los chicos se mantengan hidratados, se recomienda siempre
enviar una botellita de agua. Tampoco está de más pensar en snacks
saludables para agregar en sus mochilas opciones con menos grasa y azúcar,
como barritas de cereal, turrones de maní, pasas de uva o frutas secas.
Por otro lado, la mochila escolar es un elemento básico que los acompañará
todo el año. Por ello es necesario hacer una buena elección para evitar
trastornos y molestias en la espalda, cuello y hombros. “El alto de la mochila no
debe superar los hombros del niño que la va a cargar cuando esté sentado y su
ancho debe ser equilibrado con su medida. Más importante aún será que el
peso de la carga no supere el 10% del peso del alumno”, explica Avancini.
Otro tema que surge durante el regreso a clases es el control de la pediculosis.
Esto requiere pasar el peine fino regularmente. Asimismo, se recomienda que
aquellos que tengo el cabello largo asistan a clase con el pelo recogido para
prevenirla.
Finalmente, resulta fundamental que los niños realicen actividad física al menos
tres veces por semana y tengan un espacio para jugar: el esparcimiento lúdico
ayuda al aprendizaje, al correcto crecimiento y la integración social. Un niño
con una buena condición de salud sin duda puede aprender mejor.