Un símbolo con el que a los kichneristas siempre les ha gustado identificarse es con los platos populares, como el choripan, que nunca faltan en sus marchas. Esta vez, para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), fueron un poco más lejos y presentaron nuevos platos.
En el búnker de Unidad Ciudadana, el nuevo frente de la expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, uno de los platos más populares entre los asistentes fue el canapé de morcilla.
Además de este original plato, en el estadio de Arsenal de Sarandí se sirvieron las clásicas tortas fritas, junto con sandwiches de miga de jamón y queso, de pan pebete, tortilla de papa y frutas cítricas.
En tanto, para beber, repartieron gaseosas de varios sabores junto con un té cuyo envase, a primera vista, parecería tener forma de pingüino, como si de un guiño a Néstor Kirchner se tratase.
Pasadas las 19, la expresidenta partía de su departamento de Recoleta rumbo a Avellaneda para hacerse presente en el búnker, donde se espera que hable después de las 22.