Apostillas de una gala a beneficio que batio un record: $ 4,6 millones. La reciente semana Iván de Pineda aumentó su cotización: no como conductor sí como rematador. Con un poder de seducción impecable logró que en la gala que Fundaleu organizó en el Alvear, cuatro invitados pujen por dos relojes de colección hasta sumar un millón de pesos a beneficio de los anfitriones. Susana Giménez acompañó con exclamaciones y con una broma que le gusta hacer siempre: azuzar sin éxito a conocido empresario automotriz para que abra su famosa billetera de cierre inviolable. El resto se sucedió como las fiestas de este tipo que buscan artilugios para sumar a la causa. Mal no les fue: además de vender mesas cuyo valor máximo fue de 24 mil pesos el cubierto, recaudaron un total de 4,6 millones de pesos. Un nuevo récord para los organizadores.
Bullying al rabino. Es algo abúlico estar en un corralito para fotografiar a los que caminan la alfombra roja cuando, en general, son personajes algo repetidos. Y eso a veces hace que se den situaciones inesperadas, como la que le sucedió a Sergio Bergman al ingresar a Fundaleu. Para que no le quedaran dudas de que los fotógrafos querían retratarlo le gritaron: “Arbol”, “Cogoyo”... en alusión al traje ecológico que usara la semana pasada. El funcionario no pudo evitar sonreír.
Hay que decir que no. “Urgente un media training” fue lo que agendó otro funcionario de peso presente en Fundaleu cuando vio que un diputado oficialista aceptaba el premio que ganó en uno de los sorteos. Es sabido que en estas reuniones filantrópicas una de las reglas de oro para políticos en función es donar cualquier presente o premio.
Desencontrados. En Fundaleu hubo dos fotos imposibles. Una, reunir a Pampita con Nicole Neumann. La otra, juntar a Mirtha Legrand con Juan Curutchet. El titular del Banco Provincia vive en el piso de arriba de la conductora y ella se quejó en su programa de lo ruidosa que, a su entender, es la familia del funcionario. Aunque dicen que hubo acercamiento tras la queja, Curutchet esquivó la mesa de Mirtha.
Asiento equivocado. Mucho tumulto, mucha expectativa, mucha seguridad. Todos elementos que hacen que en un evento como el del Día de la Industria, sucedan algunos traspiés involuntarios. Y eso fue lo que le pasó a Martín Redrado quien entró saludando y se sentó en primera fila. Pero poco duró en esa ubicación: con la gentileza del caso lo acompañaron hasta un asiento en la fila cinco.
Marketing empresario. Hay un consenso tácito de mostrar, incluso, en reuniones informales la idea de que personajes del llamado universo productivo pueden sentarse en la misma mesa para hablar de objetivos comunes, por encima de los intereses de sus respectivas empresas o sectores. Y en el almuerzo que por su cumpleaños organizó Jorge Aufiero, titular de Medicus, esa fue la consigna que quiso recalcar contento, además, porque el Gobierno había ya autorizado a las prepagas un aumento a sus tarifas. Entre los invitados estuvieron, entre otros, Luciano Miguens, Jorge Di Fiore, Jaime Campos, Alejandro Estrada, Ricardo Fiorito y Juan Carlos López Mena.
Megafestejo en Pilar. Gran festejo organizó en Sheraton Pilar para el cumpleaños de una de sus hijas Adrián Kochen, hombre cercano primero a Eduardo Duhalde y después a Néstor Kirchner. Y en estos casos, el nombre de la party planner da idea de la magnitud de la fiesta: la elegida fue Bárbara Diez.