En el siglo XIX Londres era una de las ciudades más pobladas y con mayor índice de urbanización del mundo. La revolución industrial y el crecimiento de la población, empezaban a generar los típicos colapsos urbanos que aun heredamos en nuestros tiempos. En 1853, una fuerte epidemia de cólera atacó a la ciudad de Londres. Sólo en el barrio de Soho, de menos de medio kilómetro de diámetro, se produjeron cerca de 700 muertes en menos de una semana. Las autoridades de esa época creían que la propagación de la enfermedad se daba a través del aire contaminado con olores hediondos producto de los desechos industriales y de la población.
Sin embargo, un médico anestesiólogo local, llamado John Snow logro descubrir que los contagios se producían de una manera diferente. Para argumentar su hipótesis, utilizó un mapa sobre el cuál empezó a georreferenciar el lugar de residencia de las personas que habían muerto. Gracias a este trabajo de campo pudo confirmar que las víctimas habían ingerido agua de una misma bomba pública. Dado éste descubrimiento, Snow pudo convencer a las autoridades que debían clausurar esa fuente de contagio para evitar la propagación de la epidemia. Ese método de geográfico conocido como “el mapa del cólera” marcó el comienzo de la epidemiología moderna.-
Suelo utilizar esta historia de manera frecuente para marcar la importancia del uso de datos y de evidencia para la toma de decisiones en el ámbito gubernamental y en el diseño de políticas públicas. De no haber contado con este descubrimiento logrado gracias a un “nuevo” método / tecnología de geolocalización, las autoridades de entonces hubiesen tomado un camino equivocado en la gestión de la crisis.
Hoy contamos con tecnologías de información y comunicación muy accesibles para que gobiernos de todos los niveles (nacionales, provinciales o municipales) puedan diseñar sus políticas públicas y ejecutar sus acciones de gobierno de manera más eficiente, con mayor calidad, optimización de recursos y mejor impacto. Podemos referirnos a sistemas de inteligencia artificial, IoT (internet de las cosas), procesamiento de grandes volúmenes de información y un gran porcentaje de la población usuaria de teléfonos inteligentes. Estas nuevas herramientas, combinadas con los conocimientos técnicos de cada área de gestión más el liderazgo político puede ayudar a transformar el Estado actual en un Estado más inteligente que permita pensar y poder ejecutar planes de desarrollo tendientes a crear y gestionar la idea de “Ciudades Inteligentes”.
Prof Seguros, SmartCity TNG y Adecco: quiénes serán los speakers de Ciudades del Futuro
Desde SmartCity TNG trabajamos desde hace más de 15 años brindando soluciones tecnológicas para el sector público. Trabajamos en proyectos de innovación de áreas como seguridad, salud, servicios públicos, participación ciudadana y gestión de ciudades. En los últimos meses, durante la pandemia, hemos visto que muchos organismos gubernamentales han acelerado su transformación digital empujados por las medidas de cuarentena y restricciones de contacto en múltiples niveles.
De la misma manera que muchos de nosotros nos hemos visto obligados a tele trabajar, utilizar múltiples métodos de comunicación e interacción tanto en el ámbito privado como el laboral, muchas organizaciones del sector público han implementado o se encuentran en un proceso acelerado de implementación de nuevas tecnologías que permitan facilitar trámites, hacerlos a distancia, monitorear y controlar las ciudades con nuevas herramientas y empezar a trabajar de una manera más eficiente en lo que respecta al uso de datos e información para la toma de decisiones. Estos cambios llegaron para quedarse pero la crisis de la Pandemia aun nos desafía a ser más innovadores para gestionar las ciudades del futuro.
*Lucas Lanza es el CEO de SmartCity TNG