Al frente de la soleada banda Les Gitans du Port, la excepcional voz de Bethu Avendaño ganó notoriedad en la escena independiente local. Ahora, la cantautora porteña inaugura su carrera como solista con el disco UNO, proyecto en el que reinterpreta la intensidad del bossa nova y el folk latinoamericano con tintes de pop experimental.
Admiradora de Fabiana Cantilo y María Elena Walsh, con una voz tan enérgica como aterciopelada, Bethu Avendaño construye un debut de canciones introspectivas y confesionales –donde suenan guitarras diáfanas, ukeleles y armonías vocales– que compuso a modo catártico durante un intenso duelo familiar.
—Fuiste parte de proyectos colectivos con impacto en la escena independiente, ¿qué te motivó a iniciar una carrera solista?
—En algún momento me gustaría volver a tocar en un proyecto en banda, pero el trabajo de composición es colectivo y no quería que estas canciones que están en el disco pasaran por ese proceso. El camino inevitable para algo tan personal e íntimo era un proyecto como solista.
—¿Cómo es para una artista independiente aventurarse a lanzar y difundir un disco en este momento de crisis y aislamiento?
—El disco tiene canciones que venían siendo compuestas desde hace cuatro años y ya no quería seguir guardando algo con letras de otros tiempos de mi vida. Al ser un primer disco, sentía mucha presión, incluso quería volver a grabar algunas cosas, pero cuando vi que esto venía para largo, decidí que no lo iba a seguir postergando. La pandemia y la cuarentena me dieron un empujón para salir con lo que tenía, y es un alivio que haya sido así. UNO tiene, para mí, un color muy similar al de la situación de aislamiento interno. De invierno. De introspección. En ese sentido, el escenario en el que salió le queda muy bien.
—¿Cuál es la esencia de tu disco y cómo lo definirías? ¿Hay un hilo conductor en esas canciones?
—La resiliencia. La fuerza. Es un disco que cuenta lo feas que se pueden poner las cosas, pero que al mismo tiempo abraza.
—¿Seguís haciendo música en cuarentena?
—Estoy trabajando en mi segundo disco, para el que ya tengo algunas canciones seleccionadas. La cuarentena arrasó por completo con la posibilidad de tocar fuera de casa y presentar UNO, pero puertas adentro la música sigue siendo parte de lo cotidiano. Hace poco hicimos una rueda de canciones por zoom con otrxs musicxs. Fue raro, pero muy tierno a la vez. Esta parte de la difusión del disco la estoy tomando como un hacer musical. Conectarse con el compartir lo que unx hace también es un trabajo.