Las aventuras de Goku hechas videogame

Hay veces en que los videogames pueden generar algo ridículo, pero, bueno, completamente real en el mundo geek que cubre y protege a determinadas generaciones: ver por fin convertido en realidad algo con lo que habíamos soñado cálidamente cuando empezábamos a consumir productos pop. Tal es el caso de Dragon Ball Z Kakarot, el nuevo lanzamiento de Bandai Namco, que se suma a las filas de cientos de productos surgidos de la creación de Akira Toriyama, la mítica Dragon Ball. Los clips que anticipaban el juego que sale el 17 enero ya dejaban claro que el tono era de celebración: que se reunían en este RPG varios instantes clásicos del animé y manga, y se los había jugables. Además, ese recorrido iba a ser posible de llevarse a cabo por los mismos jugadores, usando, nada más y nada menos, que al mismísimo Goku.

Ya desde su diseño visual, Dragon Ball Z Kakarot estableció que buscaba una similitud vital y de alta definición con el dibujo animado que se popularizó en los años 90 en nuestro país y que desde entonces tiene un legión de fans. Y los trailers que se habían podido ver buscaban un tono melancólico, que celebraba todas las muchas instancias, aventuras y avatares que se vienen dando en el universo lúdico creado en 1984. Aun así, no todo es nostalgia: el productor Ryosuke Hara anunció en Gamescon un nuevo personaje. Se trata de Bonyu y es un personaje diseñado especialmente por Toriyama-san. Y entre los anuncios previos a la llegada del juego se encuentra también el dato sobre la existencia de minijuegos, que van a permitir disfrutar la saga de Vegeta y pandilla de la misma forma que varios disfrutan experiencias como el Super Mario Party: de manera comunal y con partidas breves diseñadas específicamente para un grupo grande de jugadores (eso para salvar el problema que para algunos implica que sea un RPG para jugar en solitario –el primero en años de la saga–).

El mismo Hara declaró: “Todos sabemos qué pasó en las principales sagas, pero algo que quiere explorar el juego es que entre las batallas clásicas hay muchos elementos de la vida diaria de los personajes que podemos aprovechar para generar algo nuevo”.