ESPECTACULOS
Thandie Newton

“Llevo 20 años de lucha contra los abusos en Hollywood”

La actriz, que se luce como un ser de inteligencia artificial en la serie de HBO Westworld, confirma su lucha contra violaciones y acosos en todo el mundo.

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Cannes. Thandie Newton por Han Solo: A Star Wars Story, y como Maeve Millay en Westworld. | cedoc / HBO

Westworld ha sabido convertirse en una de las cartas más poderosas que HBO posee en su arsenal de series. La adaptación de un film homónimo de culto basado en un libro de Michael Crichton nació como la huella digital de Jonathan Nolan, hermano de Christopher Nolan y parte importante de la obra cinematográfica de aquel, ha logrado en tan solo dos temporadas (su segunda en curso actualmente) volverse un clásico de culto del mundo de las series modernas. En parte, ese estatus se ha dado gracias a la actriz Thandie Newton y su interpretación de Maeve Millay, un ser de inteligencia artificial que ha descubierto el mundo que la oprime, explota y rodea.

—¿Sentís que la serie, y en particular el hilo argumental de Maeve, es aún más profética ahora, tras el surgimiento del movimiento #MeToo?

—Sí, pero Westworld fue escrito en los 70 por Michael Crichton. Y hay muchas otras historias que se reciclan una y otra vez. ¿Cuántas Cenicientas hay? Miles. He estado luchando contra la violencia hacia la mujer durante veinte años. He estado hablando sobre el acoso sexual y la violación en nuestra industria durante veinte años, y nadie estaba dispuesto a enfrentarlo. Está muy arraigado en nuestra industria. Está en todas partes. En cada reunión, en el trato hacia los demás... es lo que todos acabamos por aceptar. Es casi como si el hostigamiento o el lenguaje sugerente fueran un impuesto que hay que pagar. O el tener que vestirse de determinada manera. Se acepta porque todo el mundo es cómplice, porque nadie quiere ser el que lo señale. Y yo lo denuncié. Afecta mi carrera y ha afectado también mis amistades. Me volví menos contratable. Lo sentí claramente. No digo que esto me convierta en un paladín, porque me causó mucho sufrimiento y mucho dolor, porque pensaba que algo en mí estaba mal y que no lo podía detener. Pero luego conocí a Eve Ensler y me convertí en una activista, y realmente le di la espalda a Hollywood en muchos sentidos.

Incestuoso

—¿Cómo lo hiciste?

—Iba a Hollywood para trabajar, pero para generar un cambio real me acerqué a las organizaciones populares de todo el mundo donde las mujeres realmente necesitan ayuda. Y así fue como terminé decidiendo que Hollywood puede seguir haciendo lo que hace, que es por demás incestuoso. Porque, en realidad, existe como un pequeñísimo microcosmos y lo que importa en el mundo es dónde vamos a conseguir alimentos, de dónde vamos a sacar agua, de dónde vamos a obtener petróleo, de dónde vamos a extraer minerales... y la respuesta nos lleva a los lugares que están en la indigencia a causa del colonialismo tradicional y del continuo colonialismo moderno. Eso es lo que he estado haciendo durante los últimos veinte años. Hablo con mujeres que  no tienen voz.

El dinero

—¿Qué implica tu trabajo por fuera de Hollywood hoy?

—Prefiero pasar tiempo con estas mujeres de las que hablo que con aquellos que tienen una voz, dinero y poder pero no han hecho nada. Puedo ayudar a un centenar de personas en el mismo tiempo que le llevaría a una celebridad adinerada ignorarme. Así que prefiero ir a ayudar a un centenar de personas. Ir al Congo y sentarme con mujeres que no pueden creer que yo haya sido violada. Conocí a una entidad de beneficencia increíble, porque tratamos con organizaciones comunitarias todo el tiempo y con pequeñas obras de beneficencia. Y hay una entidad a la que uno dona ropa interior para niñitas de diferentes partes de Africa. Porque si una niña pequeña tiene ropa interior significa que su familia tiene los medios para comprársela. Hay niñitas cuyas familias no tienen dinero suficiente para comprársela y cualquiera cree que las puede violar porque a nadie le va a importar. Por lo tanto, el dinero es un factor. Y va a parar directamente a esas niñitas sin ropa interior. Y va hacia arriba también, hasta las mujeres en altos cargos en bancos. Porque todo tiene repercusiones. Porque todos estamos conectados.    

 

La lucha por la identidad

—¿Quién crees que se identifica con Maeve, tu personaje en Westworld?

—Cualquier persona que esté luchando por la libertad de algún modo, que luche por ser entendido, por la realización personal, que luche por reafirmar su propia identidad y su propia historia. Por poder decir: este es quien soy. No soy lo que otros han decidido por mí. Por poder realmente decidir por sí mismos, por hacerse valer, por su identidad. Por lo que quieren. Por lo que les corresponde. Es tan fuerte. Entre otras cosas, me encanta que haya personas que no sean mujeres negras que sin embargo conecten realmente conmigo a este nivel. Hombres, adultos mayores, jóvenes, personas que han experimentado la necesidad de rebelarse contra la manera en que son percibidas. El hecho de que se identifiquen con una pequeña mujer negra realmente dice mucho sobre quienes son. Es bastante impresionante. En Westworld, los temas y los personajes sin duda trascienden la raza, lo cual tiene todo el sentido, porque la raza es un término completamente imaginado. Eso es algo que vemos, con solo mirar el elenco que tenemos y ver las experiencias que atraviesan todos los robots. No importa si eres blanco o moreno, todos se ven atravesados por la realidad. Si estás oprimido, pasas por algo. Pero es peor para las mujeres. Definitivamente es peor para las mujeres.

*Entrevista genérica gentileza de HBO.