ESPECTACULOS
Entrevista

David Rotemberg y Ariel Tarico: “Más de una se va a sorprender por los temas que tocamos”

Su nuevo espectáculo en común tiene a los dos comediantes y humoristas releyendo 40 años de democracia ininterrumpida desde su clásica forma de observar y analizar.

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Juego. La dupla apela a la imitación, a la música, al sketch y a mucho más en este particular juego. | GZA. tarico on the rotemberg

Llegaron con los reyes magos, ya que debutaron el 6 pero esperan quedarse hasta fines de marzo. Ellos son Ariel Tarico y David Rotemberg que presentan Sean de Termos y Mabeles en el Politeama, de jueves a domingo. Comparten varias responsabilidades no sólo arriba del escenario sino que su amistad y encuentro profesional empezó en la radio, donde todavía continúan.

—¿De quién fue la idea del título?

ROTEMBERG: Surgió de un musical que estábamos componiendo para la obra. Empezamos a jugar con el himno y dijimos “termos y mabeles”, que suena como “sean eternos los laureles”. Lo consultamos y gustó.

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—¿Cuáles fueron sus referentes?

TARICO: Me acuerdo muy de chico de las referencias gráficas, como Fontanarrosa, Landrú, Caloi o Casciari. Los dibujantes que se veían en las revistas y en los diarios. Fui muy fans primero de ellos y después de lo que veía en la televisión como a Juan Carlos Calabró, Juan Carlos Mesa después y Antonio Gasalla. Con el tiempo Miguel Ángel Rodríguez fue una gran influencia, sobre todo porque había empezado a desarrollar los personajes en Vídeomatch, que tenían que ver con la actualidad. Justo en esa época yo estaba haciendo imitaciones en la radio, por lo cual fue mi referencia obligada.

R: Les Luthiers, obvio, Roberto Fontanarrosa, Monty Python, ahora me encanta Ricky Gervais y también Chris Rock. Por supuesto de los nuestros nombres como Tato Bores, Alberto Olmedo, Enrique Pinti, Niní Marshall y todos. Pero soy muy fan de Les Luthiers.

—¿Se corren riesgos con el humor político?

R: En un país tan dividido como el nuestro el mayor riesgo es que una mitad no te quiera y que todo lo que vos hacés lo pase por ese tamiz. El que viene a vernos sin ningún prejuicio sabe más o menos para que lado pienso. Tratamos de repartir críticas para todos lados. En las participaciones en el noticiero de Telefé, los kirchneristas me decían que era macrista y los macristas me decían K. Siempre pensé si molesto es porque lo estoy haciendo bien. El único riesgo es que alguien se pierda un buen chiste o un buen espectáculo por una cuestión ideológica.

T: En estos momentos, en democracia no me parece que tengamos riesgos. Como sí los tuvo Tato Bores, cuando los interventores de los distintos canales lo censuraban. Ahí se dedicaba a hacer teatro, con eso más o menos sobrevivía o hacía cine. En estos momentos riesgo no veo que haya. En otras épocas podía costarte un trabajo, incluso perseguirte o recibías amenaza de bomba en el teatro.

—¿Hay temas con los que no se puede hacer reír?

R: No me voy a meter con el Holocausto, ni con el tema de turcos y armenios. Salvo esos ítems, no le escapamos a nadie. Más de uno se va a sorprender en este espectáculo con algunos temas.

T: El humor negro es algo que a mí no me sale. No lo sé manejar. Con los años trato de ir corriendo esos límites y de ir animándome a más, de a poco. Pero en principio todo lo que tiene que ver con un accidente o una tragedia muy reciente, creo que se necesita de un tiempo para procesarlo. Por lo general los chistes siempre van a apuntar al victimario, no a la víctima.

—¿Es un balance de los cuarenta años de democracia?

R: Repasamos un poco lo que venimos trabajando desde hace veinte años cada uno en medios de estricta actualidad. Nos quisimos meter con los cuarenta años porque nos permite recuperar un montón de personajes que hacíamos y que ya no hacemos. Imito la voz de Menem y De la Rúa, que obviamente Ariel las hace mucho mejor que yo. Tratamos de repasar un poco lo que pasó, por eso hacemos un musical con los gustos de los presidentes. Nos reímos un poco de nosotros mismos, lo cual está buenísimo. Creo que es la mejor forma de hacer humor. Buscamos también emocionar.

 

El tío más querido

El nombre de Juan José Campanella aparece en el diálogo con David Rotemberg y Ariel Tarico. Desde la convocatoria hasta que es el dueño del teatro donde actúan. Al primero que llamó para subir al escenario fue a Tarico, quien recuerda: “Cuando a mí me contactó, me insistió mucho, porque le gustaba lo que hacía en la televisión y quería ver la posibilidad de llevarlo al teatro. Nosotros estamos en un grupo de WhatsApp y siempre tratamos de bajarle un cambio, porque está pendiente de todo. Nos ocupamos del libro y el armado, pero Juan da sugerencias. Aporta el moño que después va a ser la diferencia”.

Se sumará la opinión de Rotemberg: “Es como un tío que nos da todos los gustos. Empezaron las reuniones en plena pandemia. Todavía estábamos descubriendo los efectos de la pandemia. Nos mostró el teatro (Politeama) en construcción. Campanella es alguien que te deja soñar y volar. Trabajamos mucho con Camilo Antonili, que es nuestro director general. Juan está desde Miami viéndonos -sin avisarnos- por la camarita que tiene instalada. A veces nos marca algo y es insistente, pero siempre con buenos modos”.

Tanto Tarico como Rotemberg proyectan un 2024 con continuidad radial, ya que seguirán en Continental y esperan iniciar gira después de abril por las provincias. Cuando se le pregunta por algún guión creado para cine, Rotemberg confiesa: “Tengo algunas ideas”. Tarico sorprende con su confesión: “Me gustaría hacer ficción y cine, que tenga que interpretar algún personaje, como actor”.