Alrededor de 350.000 palestinos ingresaron a Egipto desde ayer para vencer el desabastecimiento provocado por el bloqueo de Israel en Franja de Gaza.
El éxodo comenzó la madrugada del miércoles, cuando hombres armados y enmascarados dinamitaron y abrieron varias brechas en la valla fronteriza de la ciudad de Rafah. De esta forma, quedó abierta la única salida de Gaza que escapa el control israelí.
Además de los alimentos básicos, los palestinos compraban cigarrillos, cemento y productos electrónicos, que en la Franja de Gaza son imposibles de conseguir o demasiado caros. Según testigos, muchos comercios de Rafah quedaron vacíos y en la vecina localidad de El Arich comenzaron a reponer sus reservas trayendo mercadería de El Cairo.
Los palestinos sufren la escasez de productos de primera necesidad desde el 17 de enero, como consecuencia del bloqueo impuesto por Israel en represalia por los cohetes lanzados por Hamas en el sur israelí.
La preocupación internacional por una potencial crisis humanitaria obligó al primer ministro israelí, Ehud Olmert, a aliviar el aislamiento en forma parcial. Sin embargo, Olmert se declaró decidido a mantener la presión mientras persistan los ataques.