En una sesión larga, en la cual inicialmente se analizaron aspectos de presupuesto y otras tensiones regionales, finalmente en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) y curiosamente sin la presencia de su Secretario General José Miguel Insulza, los países del continente dieron sus posiciones sobre la crisis de Venezuela.
La presentación inicial para debatir Venezuela fue propuesta por la representación de Estados Unidos a la cual se sumó rápidamente Canadá y el Perú. “Estamos seriamente preocupados por los hechos sucedidos en Venezuela y venimos a este foro a discutir seriamente lo que está ocurriendo en ese país”, dijo el representante del gobierno de Ollanta Humala.
El gobierno del Brasil intentó inicialmente una “maniobra” distractiva para cambiar de tema, pero tanto Canadá como el Perú acotaron que necesitaban hablar de Venezuela. Luego también pidió la palabra Panamá para pedir “un diálogo nacional y el respeto a los Derechos Humanos”.
Los minutos corrían y Venezuela pedía la palabra. Para defender su postura, el representante ante la OEA el excanciller de Chávez Roy Chaderton, hizo una descripción alegórica contra persecuciones de Estados Unidos contra las “democracias” latinas ocurridas en los últimos 50 años. Chaderton también fustigó a varios medios de prensa internacionales que según su gobierno "se han asociado a la escoria de Miami". Entre ellos mencionó el caso de la televisora regional colombiana NTN24 (a la que asoció al expresidente colombiano Álvaro Uribe) y también le dedicó unas cuantas palabras al diario Clarín de Buenos Aires, al que acusó de “instigador”.
Ecuador también utilizó el mismo argumento al pedir la palabra. Y Nicaragüa también defendió a Maduro.
La representante de Argentina, la embajadora Nilda Garré hizo lo propio mencionado el comunicado que emitiera la cancillería argentina días pasados defendiendo al gobierno de Nicolás Maduro, lamentando los fallecidos y también pidiendo una investigación para analizar si algunas libertades individuales no fueron respetadas.
“La Argentina lamenta estos intentos desestabilizadores. Tampoco aceptamos candidatos de la oposición que se presenten públicamente exigiendo el adelantamiento de los plazos, pidiendo la caída del gobierno del presidente Maduro” dijo Garré en referencia al ahora encarcelado opositor Leopoldo Lopez.
Por su parte, México, Chile y Uruguay pidieron un urgente diálogo político y la necesidad de volver a reestablecer la paz interna.
Concluía una sesión tensa en la cual nuevamente se analizó una crisis venezolana en la OEA. Quedó un sabor amargo con el gobierno del Brasil, el líder sudamericano, que ni siquiera se pronunció y hasta quiso cambiar de tema apenas se empezó a hablar de Maduro y Venezuela. En la puerta de la OEA había 200 manifestantes venezolanos pidiendo debatir el tema.
(*) Especial para Perfil.com