Washington – El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, se reunió hoy en privado con el Dalai Lama en Washington, desafiando las protestas de China que considera al religioso como un peligroso separatista a favor de la independencia tibetana, indicó este martes un portavoz de la Casa Blanca.
Es que el gobierno chino había advertido hoy a Estados Unidos que la visita del líder tibetano se opone a “las normas básicas de las relaciones internacionales”, hiere “el sentimiento de los chinos” y “socavará gravemente” las relaciones entre ambos países.
Tras enfrentarse con la canciller Angela Merkel por la recepción del Dalai Lama en Alemania, China aseguró que la visita del líder tibetano se opone a “las normas básicas de las relaciones Internacionales”, dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores en Pekín, Liu Jianchao.
El líder religioso supremo del Tibet fue honrado además con una medalla de oro del Congreso de los Estados Unidos, la mayor distinción civil otorgada por este órgano y que ya recibieron personalidades como Martin Luther King, Nelson Mandela y Juan Pablo II.
Un portavoz de la Casa Blanca, sin embargo, matizó que la visita no fue en el Salón Oval, sino en una dependencia privada, porque el Dalai es un líder religioso y no político.
“Pedimos encarecidamente a los Estados Unidos que corrija el error, que cancele los compromisos asumidos y que no vuelva a entrometerse en los asuntos internos de China”, había advertido el portavoz del ministerio en Pekín.
La misma fuente confirmó que China anuló una reunión de alto nivel sobre el programa atómico iraní prevista para mañana miércoles en Berlín, al parecer por “razones técnicas”. En las conversaciones se había convocado a los directores políticos de China, Alemania, Francia, Gran Bretaña y los Estados Unidos.
Pekín aseguró que esta cancelación no guarda relación con la recepción del Dalai Lama en Washington, como especuló el Departamento de Estado norteamericano. Bush ya recibió en tres ocasiones al Premio Nobel de la Paz exiliado en India, la última de ellas en noviembre de 2005.
Pekín ya se había quejado en ese momento por la invitación de la Casa Blanca, recordó el portavoz chino. El Dalai Lama, agregó, no es más que un “político exiliado” que en nombre de la religión intenta dividir China.
Fuente: DPA y AFP