Con una gestión coronada por una de las principales tragedias en la historia de Japón, el primer ministro de la isla, Naoto Kan, presentó su renuncia al cargo, con lo que se convirtió en el sexto premier en los últimos cinco años. El alejamiento de Kan era un gesto reclamado por la oposición, luego del cuestionado manejo de la crisis provocada por el terremoto, el tsunami, y los incidentes nucleares en los reactores de Fukushima.
Mientras se confirmaba oficialmente el rumor de su renuncia, ya se barabajan varias alternativas para sucederlo en el cargo, entre ellas, el ex ministro de Asuntos Exteriores, Seiji Maehara, y su par en Finanzas, Yoshihiko Noda.
Luego del fuerte revés político con la derrota en el Senado, Kan había prometido a cambio de la aprobación de tres leyes centrales para la coyuntura nipona: un segundo presupuesto, una ley de financiamiento y diversas normas que promoviesen el uso de energía renovable, todas ya sancionadas.
Oficialmente, el funcionario hará efectiva su renuncia cuando los demócratas elijan a un nuevo presidente para el partido, lo que sucederá recién el lunes.
Los posibles sucesores. Si bien se contabilizan nueve posibles candidatos a ocupar el máximo cargo político, ninguno de ellos cuenta con el mayor entusiasmo de la opinión pública. Además, sea quien sea el elegido, se enfrentará a la inevitable reconstrucción del país y a la consolidación del yen tanto en el Mercado interno como externo.
De todos, Seiji Maehara y Yoshihiko Noda se postulan como los posibles ganadores. Maehara renunció hace pocos meses al cargo de canciller en medio de acusaciones en torno a donaciones ilegales. Mientras tanto, Noda se centra en un fuerte discurso en apoyo a criminales de guerra.
A ellos se suma el hacedor del partido demócrata japonés, Ichiro Ozawa. Salpicado también por el escándalo de las donaciones, Ozawa cuenta con el aval de 130 legisladores sobre los 398 que definirán el reemplazo de Kan.