Brasilia – Los familiares de las víctimas del desastre de la aerolínea Gol, ocurrido hace exactamente un año, realizaron este sábado un homenaje en recuerdo del accidente que dejó 154 muertos y detonó una grave crisis aérea en Brasil, cuestionando a las autoridades y reclamando responsabilidades.
El 29 de septiembre, hace un año, el Boeing 737 de Gol, que realizaba el trayecto Manaus-Brasilia, se desplomó en plena selva provocando la muerte de sus 154 ocupantes, tras chocarse con un jet Legacy. La nave logró hacer un aterrizaje de emergencia con sus siete ocupantes ilesos.
El accidente detonó una grave crisis aérea en Brasil y fue la primera de las dos peores tragedias aéreas de este país, ocurridas con pocos meses de diferencia, ya que el pasado 17 de julio se estrelló otro avión, un Airbus A320 de la aerolínea TAM, provocando la muerte de 199 personas.
Este sábado, familiares de las víctimas sobrevolaron en un avión militar el lugar de la tragedia y lanzaron flores para recordar a sus muertos. Misas, actos ecuménicos y homenajes recordaron la tragedia en varias ciudades brasileñas, y los familiares lamentaron la falta de informaciones y de definiciones.
"Ha pasado un año y todavía no tenemos información, la investigación oficial no ha concluido", denunció la presidenta de la Asociación de Familiares de las víctimas, Angelita de Marchi, viuda del empresario Plínio Siqueira. "Hoy el sentimiento de los familiares es que el accidente ocurrió por irresponsabilidad de los dos pilotos del Legacy, y esperamos que la impunidad no ocurra", sostuvo la mujer.
Los pilotos del jet privado, Joe Lepore y Jan Paladino, que volvieron a su país poco después del accidente, estuvieron ausentes en la primera audiencia del juicio ocurrida hace un mes. También son procesados cuatro controladores aéreos, en base a indicios de la Policía y la Fiscalía que apuntaron error humano.
"Los pilotos serán juzgados en ausencia, pero la ejecución de la pena será muy difícil porque no hay ningún tratado para deportación entre Brasil y Estados Unidos. Pero si son condenados, se acabó su carrera internacional, porque a cualquier país que vayan serán detenidos", dijo el abogado de los familiares Claudio Pimentel.
Los pilotos, acusados de apagar por error el 'transponder' (que alerta de la proximidad de otras aeronaves y comunica la presencia del avión), "no estaban preparados para volar con ese avión". Las 110 familias luchan en la justicia estadounidense por indemnizaciones.
Además, el accidente de Gol detonó una grave crisis aérea en Brasil, que todavía continúa. "El control aéreo todavía es precario un año después" tituló a toda portada el diario O Globo este sábado, denunciando que siguen ocurriendo fallas en los sistemas de control "que ponen en riesgo la seguridad de los aviones".
El accidente de hace un año provocó las protestas de los controladores aéreos, que denunciaron que trabajaban bajo condiciones inseguras y con pocos efectivos, y que reclamaron aumentos salariales y la desmilitarización del servicio.
Los controladores adoptaron medidas de presión, como realizar el mínimo trabajo exigible, provocando un casi permanente colapso de la aviación civil, con interminables colas en los aeropuertos, atrasos y cancelaciones. El Parlamento abrió varias investigaciones que pusieron en evidencia serias carencias y cuestionamientos del sector.
Aún en plena crisis, el 17 de julio pasado, un Airbus de TAM se salió de la pista del aeropuerto de Congonhas, en Sao Paulo, y se estrelló contra un edificio, provocando la muerte de 199 personas. El presidente Luiz Inacio Lula da Silva se vio obligado a final de julio a nombrar a un nuevo ministro de Defensa, Nelson Jobim, a quien dio carta blanca para dar soluciones al sector.