afp/dpa/ap
Desde Damasco
La sospecha de que el régimen sirio utiliza armas químicas contra los rebeldes creció luego de que la opositora Coalición Nacional Siria denunciara ayer que el régimen de Bashar Al Assad bombardeó durante los últimos dos días las afueras de Damasco con misiles cargados con gases tóxicos.
El grupo disidente aseguró que el ataque causó síntomas de asfixia y vómitos intensos a más de cuarenta personas. La oposición solicitó a la ONU que investigue sus denuncias al respecto.
Por su parte, el gobierno de Al Assad acusó a los grupos de oposición y a la red terrorista Al Qaeda por el uso de armamento prohibido un mes atrás, en la ciudad de Aleppo. El ministro sirio de Información aseveró que las armas fueron trasladadas por infiltrados desde la frontera con Turquía. La política oficial del régimen es no confirmar ni desmentir que posee las cuestionadas armas químicas.
Ante la tensión en aumento, el presidente estadounidense Barack Obama prometió ayer una investigación a fondo y advirtió que, si se comprueban las denuncias, la Casa Blanca modificará su “cálculo” sobre cómo actuar frente a la crisis siria. Washington y sus aliados no descartan una intervención directa contra las fuerzas de Al Assad.
“Hay una urgencia creciente sobre lo que ya es un importante problema de seguridad y militar en la región”, advirtió Obama antes de reunirse en Washington con el rey jordano, Abdalá II. El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo a la prensa que el equipo de Obama está “trabajando para establecer hechos creíbles y corroborados, para lograr una evaluación definitiva sobre si el presidente sirio ha traspasado la línea roja”.
Carney reiteró que la Casa Blanca mantendrá abiertas “todas las opciones” si se comprueba que Damasco utilizó armas químicas. El jueves, Estados Unidos había reconocido por primera vez que es probable que el régimen sirio haya utilizado armamento prohíbido contra los rebeldes, pero al mismo tiempo había subrayado que sus informaciones no eran suficientes como para tener esa certeza.
Obama advirtió varias veces a Al Assad sobre el uso de armas químicas, afirmando que se trataría de “un grave y trágico error” y que ello implicaría un “cambio de las reglas de juego”.