El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, opinó sobre la revuelta desatada el 25 de enero pasado en Egipto contra su par Hosni Mubarak y sostuvo que a partir de ahora no habrá espacio en la región para Estados Unidos e Israel.
"A pesar de todos sus diabólicos planes, con la ayuda de Dios y la resistencia del pueblo, la región se transformará en un nuevo Oriente Medio en el que no existirán ni Estados Unidos ni el régimen sionista", dijo el polémico líder iraní en un discurso por la celebración del aniversario 32 del alzamiento iraní contra la dinastía Phaleví.
"Los regímenes arrogantes no tendrán cabida en este Oriente Medio. Muy pronto, todo el planeta experimentara el agradable sabor de un mundo sin los sionistas y sus matones", agregó el jefe de Estado que en su momento fue incluído dentro de un "eje del mal" por el Gobierno norteamericano.
Quienes escuchaban el discurso de Ahmadineyad repetían viejas consignas ("muerte a Estados Unidos", "muerte a Israel") al tiempo que saludaban las manifestaciones en El Cairo.
"Si desean modificar su conducta y conseguir que otros países confíen en ellos, primero deben dejar de interferir en los asuntos de otras naciones, incluidas Egipto y Túnez, y permitir que adopten sus propias decisiones", lanzó.
Lo paradójico del apoyo del presidente iraní, es que en 2009 reprimió las protestas en contra de su régimen denunciado por varios organismos internacionales por haber realizado elecciones poco transparentes.