afp/dpa/ap
Desde Damasco
El presidente sirio, Bashar al Assad, declaró ayer que es demasiado pronto para anunciar si se postulará a la reelección en 2014, pero que se abstendría de buscar un tercer período si la mayoría de los sirios no lo respaldara. El dictador, que concedió una entrevista a la cadena televisiva turca Halk TV, no hizo una autocrítica por el rol de su gobierno en la guerra civil que dejó más de 100 mil muertos. Por el contrario, culpó a los rebeldes y a otros gobiernos, como el de Turquía, por el derramamiento de sangre.
“La situación en el país está evolucionando rápido y las cosas serán más claras en los próximos meses”, agregó el mandatario, según informó la prensa de Ankara. La entrevista, transmitida el jueves por la noche, forma parte de una serie de notas que concedió a la prensa internacional, luego de que Rusia y los Estados Unidos pactaron destruir el arsenal de armas químicias sirio.
Con respecto a una potencial búsqueda de otro mandato de siete años, Al Assad eludió lanzar su candidatura y sostuvo que “el panorama será más claro” en los próximos cuatro a cinco meses, dado que Siria atraviesa “rápidos cambios”. El líder sirio es presidente desde 2000, cuando asumió el poder luego de que su padre y predecesor, Hafez al Assad, murió después de gobernar Siria durante tres décadas. Su segundo mandato culmina a mediados de 2014. La oposición desea que renuncie y se convoque a nuevas elecciones.
En otro tramo de la entrevista, Al Assad advirtió que Turquía “pagará caro” el apoyo a los “terroristas” que operan en Siria, en particular a las células que responden a Al Qaeda. “El terrorismo es como un escorpión, cuando quiere te pica. No es posible usar al terrorismo como una carta de juego que luego se vuelve a poner en el bolsillo”, disparó el jefe de Estado.
Pese al conflicto que desangra a Siria desde hace dos años y medio, Al Assad todavía es apoyado por las minorías, incluyendo a cristianos y alauitas, la rama del islam chiita a la que pertenece el mandatario. Aunque cayó la tensión en el plano internacional, aún continúan los combates dentro del país. En ese sentido, los rebeldes ejecutaron ayer a dos presuntos colaboradores del régimen en la ciudad de Yabrud, donde los cadáveres de los asesinados fueron exhibidos en el mercado del centro.
El Observatorio Nacional para los Derechos Humanos en Siria (Ondus) difundió ayer las fotografías de los cuerpos sin vida. Según la ONG, los dos leales al régimen fueron asesinados de disparos a la cabeza. Yabrud, unos 60 kilómetros al noreste de Damasco, está bajo control de las milicias opositoras. Entre sus filas, cada vez es mayor la presencia de formaciones yihadistas islámicas.
En tanto, combatientes de Al Qaeda se enfrentaron ayer con rebeldes vinculados con la oposición moderada y milicianos kurdos en pueblos sirios ubicados en la frontera con Turquía, en choques que dejaron al menos 19 muertos. La violencia forma parte de una disputa interna entre los grupos rebeldes que se oponen al régimen de Al Assad y pretenden liderar una eventual transición