Bagdad - Al menos 65 personas, entre ellos más de 50 civiles y 15 insurgentes, murieron hoy en el centro de Bagdad pese al aumento de la seguridad y el toque de queda impuesto por el gobierno iraquí.
Fuentes policiales informaron a DPA que 50 personas murieron y más de 100 resultaron heridas al explotar sucesivamente dos coches bomba en el distrito de Nuevo Bagdad, habitado en su mayoría por chiítas.
Por otra parte, las fuerzas estadounidenses e iraquíes informaron de que mataron a 15 insurgentes y se incautaron de abundantes armas durante redadas llevadas a cabo durante 24 horas en barrios de Bagdad en los que se considera que se esconde a extremistas sunitas y chiítas. En los operativos detuvieron a 77 sospechosos.
Las redadas se han intensificado en el área de Bagdad desde que entró en vigor, el 14 de febrero, el nuevo plan de seguridad apoyado por Estados Unidos.
El Ministerio del Interior iraquí había dicho la víspera que durante los tres primeros días de ofensiva contra los extremistas se había reducido el número de atentados en un 80 por ciento. Mientras, el gobierno iraquí instó hoy a los opositores iraníes Muyahidines del Pueblo a abandonar Irak.
El portavoz gubernamental Ali Dabbagh dijo hoy en la cadena de televisión estatal Al Irakiya que "el gobierno iraquí coincide con las autoridades estadounidenses y con la Unión Europea en evaluar a esta agrupación como organización terrorista".
En la década del 80, el régimen del derrocado dictador Saddam Hussein dio refugio en Irak a los Muyahidines del Pueblo y les permitió erigir una base militar al norte de Bagdad.
Tras la invasión estadounidense, los Muyahidines del Pueblo tuvieron que entregar sus armas pesadas, pero siguieron siendo tolerados como refugiados, en parte también porque no encontraron otros países que estuvieran dispuestos a aceptarlos.
Actualmente se estima que hay unos 5.000 miembros de la organización en Irak.
Irán, por su parte, negó hoy nuevamente que el clérigo radical chiíta Muktada al Sader se encuentre en su territorio.
El portavoz del Ministerio del Exterior Mohamed Reza Assefi afirmó en Teherán que estas acusaciones "infundadas" son parte de la "guerra psicológica" de Estados Unidos contra Irán.
El paradero del joven clérigo es un misterio desde hace días. En la nación del Golfo Pérsico se especula con que ha abandonado el país.
Las tropas estadounidenses afirman que se halla en Irán, pero sus seguidores lo niegan. El religioso no apareció en las plegarias de los viernes en la mezquita que suelen frecuentar sus simpatizantes en Qufa y desde hace dos meses no se lo ve en público.
Fuente: DPA