INTERNACIONAL
Reconocimiento en California

Ancianas de 83 y 87 años estrenan matrimonio gay

Llevaban 56 años viviendo juntas. Se habían casado en 2004 en San Francisco pero su unión fue declarada ilegal. Protestas religiosas.

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| AFP

Los Angeles - Entre seres queridos, activistas y mucha emoción, dos parejas lesbianas, una formada por dos mujeres de 83 y 87 años, estrenaron ayer el matrimonio homosexual en California, el estado más grande de Estados Unidos, que marcó un hito al aprobar una legislación que aún no goza del reconocimiento del sistema Federal. A las 5:01 pm locales las autoridades entregaron los primeros certificados matrimoniales y de inmediato se realizaron las ceremonia de casamiento en Beverly Hills (noroeste de Los Angeles) y San Francisco (norte), un día antes de un esperado aluvión de bodas en el estado más poblado del país. "Estamos aquí en la zona cero del conflicto que terminó con este casamiento", dijo una emocionada Robin Tyler poco después de contraer matrimonio en una ceremonia judía con Diane Olson en las afueras de la corte de Beverly Hills, donde hace cuatro años les negaron tal derecho.

Estas mujeres con larga trayectoria como activistas de los derechos homosexuales y demandantes en el caso que llevó a la Corte Suprema de California a fallar a favor del matrimonio gay el 15 de mayo pasado, vistieron un traje dos piezas color crema y no evitaron las lágrimas durante la boda. Al mismo tiempo en San Francisco, el alcalde Gavin Newsom ofició el casamiento de unas verdaderas veteranas en la lucha por la comunidad gay, Del Martin, de 87 años, y Phyllis Lyon, de 83, quienes intercambiaron los votos después de 56 años de vivir juntas. Esta pareja figuró en los titulares del mundo en 2004 cuando contrajo matrimonio por primera vez tras una aprobación en San Francisco, que poco después fue declarada ilegal.

A la ceremonia en Beverly Hills, con unas 100 personas entre la audiencia, incluyendo decenas de medios, se acercaron una veintena de adversarios religiosos a este tipo de unión, a quienes varias veces las autoridades tuvieron que llamar al orden: "¡Juicio para ustedes, serán juzgadas el día del juicio final!", grito un hombre poco antes de empezar el casamiento. En las escalinatas de la corte de esta ciudad al noroeste de Los Angeles se improvisó una ceremonia judía que fue oficiada por una rabino en hebreo e inglés, mientras algunas pancartas de opositores se izaban alrededor: "Homo-SEX es Pecado", se leía al lado de una foto enorme de dos hombres besándose. Así entró en vigencia la ley sobre los matrimonios entre una "parte A" y una "parte B" tanto para sus residentes y todos aquellos del resto del país que deseen llegar a intercambiar votos a la costa oeste.

California, donde viven 37 millones de persona, es el segundo estado después de Massachusetts en otorgar tal derecho a los homosexuales. Además, en Nueva Jersey y Vermont (este) existen leyes que garantizan derechos a parejas del mismo sexo, similares a los que gozan los matrimonios heterosexuales pero bajo otro nombre. Según un reciente estudio universitario, más de 100.000 parejas homosexuales viven en el Estado y la mitad prevé casarse en los próximos tres años.

Los gastos directos de las parejas californianas y foráneas del mismo sexo para su matrimonio darán al estado "más de 638,3 millones de dólares en tres años" y crearán unos 2.100 empleos, según un estudio de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA).

Pero los detractores al matrimonio homosexual no se dan por vencidos y reunieron las firmas suficientes para que se consulte a los californianos sobre este tema en un referéndum el día de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el 4 de noviembre. Ese día el país votará por el republicano John McCain -radical adversario al matrimonio gay- o por el demócrata Barack Obama, hasta ahora esquivo sobre el tema, aunque dirigentes de su partido respaldan un tipo de unión civil similar al instituido en partes de Argentina y en Uruguay, pero no tan completo como en España.

Líderes de la iglesia Católica en Los Angeles expresaron el lunes su oposición a los matrimonios entre parejas del mismo sexo, aunque llamaron a aceptar con respeto a los homosexuales. "Cuando el matrimonio es redefinido para igualar otras relaciones, la institución del matrimonio es devaluada y debilitada", sostuvo el cardenal Roger Mahony. El gobernador Arnold Schwarzenegger -antes opositor a esta medida- dijo que respetará la decisión de la Corte y que no apoyará ninguna enmienda en contra a la Constitución, algo que tampoco goza de respaldo popular pues 52% de los californianos apoya estas uniones, según un sondeo.