Rusia está conmocionada por el crímen de cuatro adolescentes, que fueron asesinados de 666 puñaladas cada uno, cocinados en una hoguera y luego comidos por otros jóvenes en Yaroslavl, a 480 kilómetros de Moscú.
Se trata de tres chicas de 16 años -Anya Gorokhova, Olga Pukhova y Varya Kuzmina- y un jóven de 17 -Andrei Sorokin- que estaban desaparecidos desde junio pasado, informó el diario inglés The Sun.
La policía cree que los criminales emborracharon a sus víctimas para llevarlos a una casa de campo. Allí los apuñalaron, quemaron y luego los comieron, además de cortarles los genitales. Todos los adolescentes pertenecían a la tribu de los "góticos".
El misterio comenzó a resolverse cuando las autoridades detectaron que todos los fallecidos habían llamado al celular de otro adolescente, Nikolai Ogolobyak, presunto lider de una banda llamada los "Diablos". Ocho jóvenes quedaron detenidos y confesaron ser los autores del crímen, afirmó The Sun.
"Satán me ayudará a evitar la responsabilidad porque le hice muchos sacrificios", declaró uno de ellos a la policía. Otro contó que se cansó de rogarle a Dios que lo haga rico, y que las cosas mejoraron para él cuando empezó a adorar a satán.
Los padres de las víctimas sabían que sus hijos eran góticos, pero les parecía una moda infofensiva. "No estaba asustado", contó a The Sun el padre de Andrei Sorokin, agregando que "pensaba que no le haría daño pasar el tiempo sentado en un cementerio'".
Rusia sufre una ola de crímenes relacionados a rituales satánicos. Sólo en Moscú, en los últimos días, hubo 15 muertes en las que aparecen símbolos como el 666, el pentagrama, y la svástica.