Los responsables de turismo de Austria no dejan nada al azar: invirtieron al menos cinco millones de euros en la preparación del Año Mozart, pero el gasto ha demostrado ser muy rentable.
Las celebraciones por el 250 aniversario del músico, que se cumplió el 29 de enero de 2006, fueron un éxito financiero. Salzburgo, la ciudad natal de Wolfang Amadeus Mozart, vivió en 2006 un boom sin precedentes, no sólo por las visitas de extranjeros, sino también internas.
También Viena obtuvo beneficios y la venta de souvenirs fue espectacular, por fortuna sin que se cumplieran los temores de una avalancha de objetos de mal gusto. Aunque aún no se sabe si el aniversario trajo al país alpino "varios cientos de millones de euros" como se anunciaba, al menos Salzburgo vivió un año récord, pese a que en su día dio la espalda a Mozart.
El crecimiento de la ciudad fue de un 3,5 por ciento, muy por encima de la media nacional. El número de pernoctaciones aumentó un 18 por ciento en comparación con el año anterior, hasta un total de dos millones. Y también se vieron beneficiados la industria de la construcción y la restauración.
Las entradas para óperas y conciertos se agotaron no sólo durante el festival que se celebra allí cada verano, los museos estuvieron llenos y la casa de Mozart -con sus escasos muebles- recibió muchas visitas.
La llegada de turistas extranjeros generó ingresos récord a los fabricantes de productos Mozart. Por ejemplo, el confitero Martin Fürst, de Salzburgo, creador de los "Mozartkugel" originales, fabricó dos millones de estos bombones envueltos en papel dorado, un 60 por ciento más que en 2005. Y nunca se podrá calcular cuántos pasteles, cervezas, ponches o salchichas "Mozart" se consumieron durante el año.
Viena, la ciudad donde Mozart pasó la mayor parte de su vida adulta, también se vio beneficiada por el "efecto Mozart", si bien "sólo un cuarto" del nueve por ciento de crecimiento en las pernoctaciones es atribuible al célebre músico, según Karl Seitlinger, responsable de Turismo de la ciudad.
En total se invirtieron fondos públicos por valor de 85 millones de euros en toda Austria en obras de infraestructura antes del Año Mozart. Expertos en turismo viajaron tiempo antes a países como Japón y Estados Unidos para convencer a potenciales clientes, y Austria espera seguir disfrutando en los próximos años también de la resonancia obtenida.
Sin embargo, para muchos el revuelo por el compositor fue demasiado. Así, el director de la ópera Estatal de Viena, Ioan Holender, comentó que el resultado general del Año Mozart "no fue nada en realidad, salvo por un gran negocio para unos pocos". Y el diario conservador "Die Presse" se quejó en su balance de 2006 del "abuso del nombre del genio" en nombre del comercio.