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Moscu
“No tenemos la intención de ir a la guerra con nadie. Tenemos la intención de cooperar con todos. Pero no nos gustan los intentos de contener nuestro desarrollo por diversos medios”. Así de ambiguo fue ayer el presidente ruso, Vladimir Putin, al referirse a las intensas negociaciones impulsadas por Alemania y Francia para evitar el estallido de una “guerra total” en Ucrania entre el gobierno de Kiev y los rebeldes separatistas prorrusos.
El viernes, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, viajaron a Moscú para presentarle a Putin su última propuesta de paz.
Tras cinco horas de negociaciones, Hollande y Merkel obtuvieron el visto bueno de Putin para la elaboración de un plan de paz que ponga fin a diez meses de guerra en el este de Ucrania, que ya se ha cobrado la vida de 5.300 personas, en su mayoría civiles.
Ayer, Hollande advirtió que la iniciativa podría ser “una última oportunidad”, y Merkel prefirió un tono casi confesional: “No es seguro que esta negociación tenga éxito”, dijo la canciller alemana, “pero comparto con el presidente Hollande que vale la pena intentarlo”.
Merkel sí fue tajante al rechazar la posibilidad –evaluada por Estados Unidos– de vender “armas letales” al ejército de Kiev: “Estoy íntimamente convencida de que este conflicto no puede ser solucionado militarmente. Los avances que necesita Ucrania no pueden alcanzarse con más armas”.
Posible. Pese a las dudas de Merkel, el canciller ruso, Serguei Lavrov, se mostró ayer optimista. “Es perfectamente posible” hallar un acuerdo para “desactivar el conflicto”, dijo. “Estas negociaciones van a continuar, como ya saben. Creemos que es perfectamente posible lograr resultados y ponerse de acuerdo sobre recomendaciones que permitan a las dos partes desactivar verdaderamente el conflicto”, agregó el ministro ruso.
Lavrov coincidió en que “la crisis no puede resolverse mediante la fuerza militar. Hay cada vez más llamamientos a apoyar y suministrar armas letales a Ucrania, pero eso no haría más que acelerar la tragedia”, advirtió en alusión a las presiones para que Obama venda armas a Kiev.