INTERNACIONAL
BRASIL

Lula da Silva deberá evitar, por unos días, cualquier discusión política

El médico del presidente de Brasil anticipó que permanecerá 48 horas internado en la Unidad de Terapia Intensiva. Además, confirmó que, si todo marcha como hasta ahora, a principios de la próxima semana Lula volverá a Brasilia.

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Lula | Cedoc

Fuera de peligro, con su cerebro y motricidad intactos, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, logró esta madrugada salir indemne de una hemorragia intra craneal, gracias a la rapidez de su equipo médico y la excelencia del hospital Sirio Libanés de San Pablo.

Todo empezó por la tarde del lunes, un día en que el presidente brasileño tenía agenda completa, desde las 9 a las 18 en el Palacio del Planalto.

Su primer síntoma fue un dolor de cabeza fuerte y un malestar general, lo que lo llevó a pensar que había contraído una gripe. Pero el tormento no cedía y a las 17,30, en medio de una reunión con los titulares del Senado y de Diputados y dos de sus ministros más allegados, se levantó y salió de la sala luego de anunciar que iba al médico.

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Operaron de emergencia a Lula da Silva por una hemorragia intracraneal

A las 18, el líder brasileño ingresó en la filial del Sirio Libanés en Brasilia. Una resonancia magnética descubrió que el jefe de Estado tenía una hemorragia intracraneal, pero fuera del cerebro.

El equipo de especialistas decidió que era mejor llevarlos, vía aérea, a la capital paulista, donde ingresó por vuelta de medianoche y rápidamente fue operado. Se trató de una trepanación del cráneo, lo que permitió drenar el hematoma. De todos modos, deberá mantenerse el drenado hasta el viernes.

En el gobierno, todos se enteraron casi al instante. Y la preocupación fue muy grande. Tanto que en la conferencia de prensa ofrecida en el hospital paulistano esta mañana, luego de que la cirugía hubiera salido exitosa, los periodistas preguntaron una y otra vez si el jefe de Estado podría haber sufrido un daño cerebral complicado.

La respuesta fue contundente: “El presidente evolucionó perfecto, incluso llegó a la sala de cirugía conversando con nosotros y su esposa Janja, que lo acompañó en todo el viaje. El ya salió de la anestesia, y ahora está comiendo. No quedará ninguna secuela”, afirmó su médico de cabecera, el cardiólogo Roberto Kalil.

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El médico anticipó que permanecerá 48 horas internado en la Unidad de Terapia Intensiva y confirmó que, si todo marcha como hasta ahora, a principios de la próxima semana Lula volverá a Brasilia.

Kalil, el profesional que acompaña al presidente desde hace 20 años, señaló que este episodio fue consecuencia de la caída sufrida por Lula en el baño de la residencia oficial, el Palacio de la Alvorada, el 19 de octubre último. En aquel momento no tuvo ninguna manifestación complicada, pero igual decidieron observarlo periódicamente.

El neurocirujano que lo opero, Marcos Stavale, indicó que el presidente permaneció 2 horas en la sala de cirugía. Y agregó: “La hemorragia estaba localizada entre el cerebro y la meninge”. Como el hematoma fue removido “el cerebro se descomprimió y las funciones neurológicas quedaron preservadas”.

Lula debía recibir, hoy, al primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico; aquel que también pudo salir vivo de varios tiros que le dispararon opositores a su gobierno. Quien estuvo con él fue el vicepresidente Geraldo Alckmin. Se estima que hasta mediados de la semana próxima, el vice, también ministro de Industria, tendrá que asumir las funciones presidenciales.

Esta cita con el premier eslovaco estaba prevista desde hace tiempo. Alckmin le mencionó al europeo, un mensaje directo del gobernante brasileño: “El presidente Lula me pidió que le transmitiera un abrazo afectivo y que él comparte la alegría de poder recibirlo. No sentimos muy felices y honrados”. Fico destacó el liderazgo del presidente brasileño en el escenario internacional y le deseó la mejor de las suertes.

Lo cierto es que este episodio de la salud presidencial sobreviene en un momento complejo de la política doméstica, en la que hay un tira y afloje con el Congreso para que le aprueben medidas claves. Tal vez, recelosos y apiadados del acontecimiento, los legisladores puedan tener más condescendencia en las negociaciones futuras.

Los médicos le han dicho a Lula que no puede reunirse con nadie para hablar de política. Es que cualquier tensión en las discusiones puede producir otro cuadro similar.