“Papi”. Esta palabra que en las casas de familia suele ser inofensiva, en la de Il cavaliere –como lo llaman sus seguidores– desató un nuevo escándalo que terminó en un pedido de divorcio en el que se jugarán no sólo millones y millones de euros sino también su imagen política.
“No puedo vivir con alguien que se reúne con menores de edad”, dijo a los 53 años Verónica Lario sobre su marido –de 72–, Silvio Berlusconi, frente a la prensa de su país, y agregó que le pedirá la disolución definitiva de su matrimonio, que ya lleva 19 años. Apenas uno más que la edad de la jovencita que lo trata con tanta familiaridad y que hizo estallar todo.
Las mil y una. Este fue el corolario de una serie de peleas que este año comenzaron cuando Berlusconi anunció que pondría como candidatas de su coalición, el Partido de la Libertad (PDL), para los comicios europeos de junio próximo a unas 25 bellas y mediáticas señoritas como Angela Sozio, ex participante de Gran Hermano, las actrices Eleonora Gaggioli y Camilla Ferranti, y Bárbara Matera, actriz, modelo y presentadora de televisión que fue aspirante a Miss Italia en el año 2000. Pero Lario dijo que era una “desvergüenza” y lo tildó de “emperador” y a las chicas de “desechos sin pudor”.
Finalmente, Berlusconi dio marcha atrás, y luego de recomendarle a su mujer que dejara de “leer lo que escribe la izquierda”, bajó de la lista a todas menos a Matera. Sin embargo, en un ataque de ira, Lario escribió sobre su marido en un e-mail a la agencia de noticias italiana Ansa: “Es un diablo sinvergüenza al servicio del poder. Quiero dejarlo claro: mis hijos y yo no apoyamos estas intrigas que sirven solamente al entretenimiento de los hombres. Sufrimos por ello”; y además, se animó a diagnosticar a Berlusconi diciendo que sufre el “síndrome de Napoleón”.
Esta no es la primera vez que las decisiones del primer ministro son cuestionadas por su mujer. En enero de 2007 le exigió, primero en persona y después a través de una carta que publicaron todos los diarios italianos, disculpas públicas porque Berlusconi había encarado a una ex Miss Italia ’97. “Si no estuviera casado, me casaría contigo”, le espetó en un programa de televisión a la impactante morocha, que también había realizado unas fotos hot para una revista masculina.
Finalmente, tras pedirle perdón a su mujer, en 2008 nombró a María Rosaria Carfagna –alias “Mara”– al frente del Ministerio de Igualdad y Oportunidades. Pero su gusto por rodearse de mujeres lindas dentro de su gabinete ya era conocido. Una de sus cuatro ministras, Stefanía Prestigiacomo, a cargo de la cartera de Medio Ambiente, fue elegida Miss Parlamento ‘08.