Las principales ciudades de Bolivia estaban bloqueadas este jueves por un paro de transporte, mientras varios sectores realizaron marchas contra un alza de los combustibles de hasta 80%, un descontento que el presidente Evo Morales intentó paliar con aumentos salariales. Mientras tanto, en varias ciudades hay corridas bancarias, piquetes y compra masiva de alimentos.
En la ciudad de La Paz el transporte colectivo virtualmente había desaparecido desde temprano y la población tenía dificultades para trasladarse a su trabajo. En tanto, en El Alto, una ciudad donde además se halla el aeropuerto internacional, se levantaron barricadas en la calle para cortar la circulación, en una protesta que se inició el miércoles cuando fue quemado un vehículo en desuso y colocado en la principal autopista que lleva a La Paz.
En Cochabamba, a 400 km de La Paz, el transporte de carga instaló sus vehículos de alto tonelaje en las intersecciones de las calles de acceso impidiendo la circulación, mostraron imágenes de TV.
Mientras que en Santa Cruz de la Sierra, la capital económica del país (900 km al este de Bolivia), el paro del transporte se hacía sentir, mientras que organizaciones cívicas anunciaban marchas para más tarde este jueves.
En otras ciudades menores, como Oruro y Potosí, el paro de 24 horas convocado por la Central Obrera Boliviana (COB) comenzaba a articularse, y todavía no había logrado paralizar las actividades, reportaron medios locales.
Las protestas son contra un decreto anunciado el domingo pasado por el gobierno subiendo el precio del diésel en 73% y el de la gasolina en 83%. Desde entonces los transportistas decidieron aumentos de hasta 100% en sus tarifas, que el gobierno pretende se reduzcan a sólo 30%. En tanto, los medios anunciaban además que la crisis en Bolivia se veía agravada por corridas bancarias, piquetes y compra masiva de alimentos.
El presidente Morales se dirigió al país por televisión anoche para explicar el alza en la gasolina, señalando que al año el país perdía 150 millones de dólares que se iban en combustible contrabandeado a los países vecinos. Para mitigar el alza, Morales decidió un aumento de 20% en el salario de las Fuerzas Armadas, la Policía y los funcionarios de la salud y la educación, lo que este jueves generaba interrogantes sobre qué pasaría con los demás sectores.
"Ya tenemos firmado el decreto supremo para el incremento al salario mínimo nacional, es de 20%. El incremento salarial para la Policía, Fuerzas Armadas, para salud y educación es 20% para 2011", dijo Morales en un mensaje televisado al país. El presidente también anunció otras medidas, como incentivos a campesinos, seguros de cosecha y duplicación de primas para empleados oficiales.
El portavoz gubernamental, Iván Canelas, explicó a la AFP que los empleados privados podrán usar el incremento del 20% al salario mínimo nacional como base para negociar con sus empleadores.
"Con su mensaje y el gasolinazo ha desaparecido el Evo antineoliberal y antimercado, y ha nacido el Evo y el gobierno neoliberales y sujetos a las reglas de mercado", dijo a medios locales el ex vicepresidente indígena Víctor Hugo Cárdenas, un connotado opositor. "Ajustar los precios al nivel internacional es una típica receta neoliberal; recurrir al mercado para regular precios lo es igual", agregó.
En medio de la zozobra hubo fuertes rumores ayer sobre un inminente 'corralito' (congelación de depósitos) bancario, una depreciación del dólar de casi 30% e incluso la confiscación de ahorros bancarios en dólares. "Les aseguro que no habrá ningún 'corralito' bancario, algunos medios engañan", dijo el mandatario en su alocución televisada.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Bancos de Bolivia, Juan Carlos Salaues, aseguró "de una manera muy tajante" que "no hay absolutamente ninguna medida que vaya a afectar al sistema financiero desde el punto de vista de la política monetaria". Y agregó: "Comunicamos a nuestros clientes que deben estar tranquilos porque Bolivia tiene un sistema financiero sólido, confiable".
Fuente: AFP