LA PAZ, 16 septiembre 2008 (AFP) - La calma empezaba a restablecerse paulatinamente en Bolivia este lunes tras casi una semana de violencia que dejó al menos 18 muertos y amenazó al gobierno de Evo Morales: la oposición y el oficialismo reanudaron el diálogo, en momentos en que los presidentes sudamericanos se reunían en Santiago buscando soluciones a la crisis boliviana. Cuando la confrontación parecía inevitable, la oposición y el gobierno acordaron reanudar el diálogo, lo cual fue concretado por tercera vez en dos días la noche de este lunes en el presidencial palacio Quemado de La Paz.
El gobierno boliviano y un representante de los cinco prefectos (gobernadores) opositores esperan firmar un documento para sentar las bases de un acuerdo nacional con el fin de superar la crisis política, informó el viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic. "Hemos tenido avances importantes" en el segundo encuentro del domingo encabezado por el vicepresidente Alvaro García y el prefecto de Tarija, Mario Cossío, representante de la oposición, agregó.
La redacción del documento "va por buen camino", dijo de su lado Cossío. "Somos cinco departamentos y hay visiones sobre cada uno de los temas y lleva tiempo ir cerrando" la negociación, acotó. El documento -que únicamente definirá la agenda de futuras negociaciones- podría ser firmado cuando el presidente Evo Morales retorne de una reunión de la Unasur, que se celebra en Santiago para buscar salidas a la crisis política boliviana. Morales recibió la adhesión del Grupo de Rio, formado por 22 países latinoamericanos y cuya presidencia pro-témpore ejerce México.
Los países del Grupo de Rio expresan "su respaldo al gobierno de ese país al tiempo que refrendan su apego al principio de respeto a la integridad territorial de los Estados", indica un documento difundido por la cancillería mexicana. Mientras, para facilitar un entendimiento con el gobierno, dirigentes cívicos de Santa Cruz anunciaron la suspensión de un corte de rutas, que se inició hace tres semanas, y ya comenzó a restablecerse el tráfico de vehículos. Un vocero del poderoso comité civil-empresarial de Santa Cruz, cabeza de la oposición a Morales, le dijo a la AFP que "se levantaron todos (los cortes), hay una vigilia permanente, pero se levantaron todos".
Sin embargo, la tranquilidad está aún lejana para Santa Cruz, pues campesinos pro-gobierno reforzaron este lunes un corte de rutas 850 km al este de La Paz, hasta que el prefecto (gobernador) Rubén Costas renuncie, por promover -según ellos- la oposición al presidente Morales. El gobierno anunció en tanto que once líderes civiles de Pando -donde ocurrió una masacre con 16 campesinos muertos y más de cien heridos y desaparecidos- serán confinados a un lugar no precisado en las próximas horas. Además un fiscal libró orden de detención contra el prefecto de esa región, Leopoldo Fernández, acusado de fomentar la violencia. La aguda crisis política en Bolivia despertó preocupación en los países de la región, que abogan por una salida pacífica en los marcos democráticos.
Por ello, y ante la grave situación, la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) se reúne de emergencia en Santiago este lunes con la participación de Morales. En esta reunión, Chile propondrá a sus pares sudamericanos instalar una mesa de diálogo y enviar una misión de la Unasur y la OEA a Bolivia, anticipó el canciller chileno Alejandro Foxley. Por su parte, el titular de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, participante de la reunión de Unasur, abogó por un acuerdo que ponga fin inmediato a las hostilidades bajo el temor de que puede tornarse "irreversible". La Comunidad Andina de Naciones -según su secretario Freddy Ehlers- se sumó este lunes desde Lima a las manifestaciones por la paz de Bolivia y para que Unasur pueda convertirse en la palanca para que se vuelva a la tranquilidad.
Fuente: AFP
