Residentes bolivianos en los Estados Unidos, junto a organismos de derechos humanos, reclamaron la extradición del ex presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, quien vive en Maryland desde que fue despojado del poder en 2003 tras una rebelión popular.
Los manifestantes, que se congregaron frente al domicilio del ex mandatario, exigieron que Lozada sea detenido para convalecer frente a la justicia de Bolivia, por el delito de genocidio que implicó la muerte de 67 personas y dejó el saldo de 400 heridos, durante la represión de la pueblada que lo obligó a renunciar y huir a Norteamérica.
Según informó el embajador boliviano en los Estados Unidos, Gustavo Guzmán, a radio Erbol de La Paz, se trabaja en la conformación de un equipo de abogados para "lograr la detención y extradición" del ex presidente.
Guzmán manifestó, de acuerdo a la estatal Agencia Boliviana de Información (ABI), que “se hicieron importantes avances en la sensibilización de las autoridades norteamericanas”, que hasta ahora “no habían dado lugar al pedido de extradición de Bolivia”.
De acuerdo al embajador –como demostración de los avances-, el senador Patrick Tracy envió una nota a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, para conocer el estado del caso.
Por su parte, en La Paz, habitantes bolivianos junto ciudadanos estadounidenses, canadienses y europeos, reclamaron que el gobierno de George W. Bush deje de proteger a Sánchez de Lozada.
El actual presidente de Bolivia, Evo Morales, ya había formulado reiterados pedidos a la Justicia y a las autoridades estadounidenses, para que pongan en marcha los procedimientos para la extradición del ex mandatario.
Morales también había solicitado a las Naciones Unidas y a los países No Alineados que respalden su pedido a Washington.