Las relaciones diplomáticas entre Brasil e Italia siguen tensas. Luego de varios días de negociaciones el gobierno de Silvio Berlusconi decidió llamar a consulta a su embajador en Río de Janeiro. La razón: Brasil se niega a extraditar al ex guerrillero Cesare Battisti, condenado por homicidios cometidos entre 1978 y 1979. Según el gobierno de Lula da Silva, los crímenes del italiano fueron políticos y por eso le otorgó el asilo.
En un comunicado, la cancillería italiana informó que "tras la grave decisión tomada en el caso Battisti por parte del fiscal general (de Brasil), el ministro de Relaciones Exteriores Franco Frattini decidió llamar a consultas a Roma al embajador de Italia en Brasil, Michele Valensise". El ministro Frattini había dicho que “Battisti es un terrorista que no merece en absoluto el estatuto de refugiado político”.
En tanto, el mandatario brasileño expresó su opinión del tema: “se trata de decisiones soberanas de cada país. Puede o no gustarles a las autoridades italianas, pero tienen que respetarlo”.
El acusado. A Battisti se lo acusa como autor de dos homicidios y cómplice de otros cuatro, todos entre 1977 y 1979. Durante la década del setenta, este escritor italiano era miembro del grupo radical de izquierda Proletarios Armados por el Comunismo. La justicia italiana lo encerró pero logró escapar en 1981.
Fue a Francia, luego se escondió durante un tiempo en México y en 1990 volvió amparado en la "doctrina Mitterrand" que daba refugio a los ex guerrilleros si se comprometían a no volver a la violencia. En 2004 la medida quedó sin efecto y fue atrapado por Interpol. Sin embargo recayó en Brasil y actualmente se encuentra detenido en el penitenciario de Papuda en Brasilia a la espera de que su caso se resuelva.
Bruni debió aclarar. El tema del caso Battisti tuvo tal repercusión que hasta se sospechó que la primera dama de Francia, Carla Bruni, habría hablado con el gobierno sudamericano para permitirle la condición de refugiado político al ex guerrillero. En una entrevista para el medio italiano "Che tempo fa" Bruni expresó su rechazo al rumor, ya que "no me permitiría jamás, no tengo la ideología, jamás defendí a Battisti".
Peligra el amistoso. El próximo 10 de febrero Brasil e Italia deberían jugar un partido de fútbol amistoso en Londres. El subsecretario de Relaciones Exteriores italiano, Alfredo Mántica, dijo que "el gobierno brasileño pone en discusión la democracia italiana y sería el caso de anular el partido amistoso Italia-Brasil".