El fallido Brexit marcó todo el mandato de Theresa May. La iniciativa que derrumbó al conservador David Cameron llevó a su correligionaria al 10 de Downing Street y terminó siendo también la frustración que la obligó a renunciar. Convencida de que podría lograr los acuerdos necesarios para salir de la Unión Europea, la primera ministra británica se desgastó ante las internas de los ministros que estaban a favor y en contra del Brexit. El próximo 7 de junio dejará su cargo y la gran incógnita es si el sucesor logrará el cometido que los ciudadanos encomendaron al poder hace tres años.
May llegó al cargo en las caóticas semanas posteriores al referéndum. En aquella fecha, 23 de junio de 2016, se sometió a votación una decisión clave para el futuro del Reino Unido: ¿Deben seguir siendo parte o no de la Unión Europea (UE)? El 51,9% de la población votó a favor de lo que luego se denominó "Brexit", una abreviatura de dos palabras en inglés: Britain (Gran Bretaña) y exit (salida). El resultado fue un terremoto político.
Desde que asumió el poder, en julio de 2016, la primera ministra insistió que su misión era "cumplir con el resultado del referéndum", en el los británicos votaron a favor de poner fin a más de cuatro décadas de integración en la Unión Europea. Pese a sus convicciones, se había pronunciado a favor de la permanencia en la UE con la salvedad de limitar la inmigración.
A partir de allí comenzaron las intensas negociaciones para lograr cumplir con la decisión de los británicos y lograr una salida ordenada, un objetivo que no se logró y que erosionó el mandato de May. "Lamentablamente no lo he conseguido", subrayó la mandataria saliente en su mensaje de este viernes.
Varios de sus ministros estaba descontentos con su idea de negociar una estrecha relación con la Unión Europea, entre ellos dos ministros del Brexit, Dominic Raab y David Davis, y el jefe de la diplomacia Boris Johnson, que ahora parte en cabeza de los aspirantes a reemplazarla.
Renuncia la primera ministra británica Theresa May tras el fracaso del Brexit
Es que su acuerdo fue rechazado en tres oportunidades en la Cámara de los Comunes y el punto grave fue no haberlo podido someter a una cuarta votación. Hasta los medios británicos agitaron los rumores de renuncia: la portada del diario The Sun decía "May organiza su salida tras el fiasco del Brexit", mientras que The Times tituló: "May se prepara para renunciar después del motín del gabinete".
En el mes de abril de 2019, los diputados de la Cámara de los Comunes ya habían fracasado en el posible consenso sobre el futuro del Brexit. Ni las opciones de un mercado común ni la ratificación por referendo de un eventual acuerdo lograron mayoría.
El último plan que presentó la premier incluía una votación de los diputados por una unión aduanera temporaria, iguales derechos para los trabajadores británicos que los europeos y la posibilidad de un segundo referéndum. Los conservadores rechazaron la propuesta al igual que el resto de los partidos y las presiones para que renunciara comenzaron a crecer. Cuando presentó su último plan, el recinto de la Cámara de los Diputados se vació y la mitad de su gabinete desapareció.
En su discurso de renuncia, aprovechó para dejar un mensaje que significó una especie de advertencia: "Mi sucesor deberá lograr en el Parlamento el consenso que yo no he alcanzado, pero para ello todas las partes deberán estar dispuestas a comprometerse".
DR/FF