“Tenés que ser el embajador para que Argentina integre el Brics y se convierta en Bricsa”, le pidió Cristina de Kirchner a Luiz Inácio Lula da Silva durante la visita que el ex presidente brasileño hizo esta semana a Buenos Aires. No es la primera vez que el gobierno argentino se entusiasma con la idea, pero en esta oportunidad el pedido de CFK quedó fuera de timing. No sólo porque el bloque emergente atraviesa su momento económico más complicado de los últimos años, sino también porque sus miembros aclaran que no está en sus planes incorporar a nuevos socios.
PERFIL consultó a fuentes diplomáticas de tres de los cinco países que integran los Brics. Todas ellas coincidieron en que, más allá del pedido de CFK a Lula, no hay cambios respecto del año pasado, cuando Dilma Rousseff y Vladimir Putin descartaron que se estuviera analizando sumar a la Argentina. Las fuentes explicaron que el ingreso de un nuevo país necesitaría el consenso de todos los miembros del bloque, que por ahora no están discutiendo esa posibilidad. De hecho, en la cumbre de los Brics celebrada en julio pasado en los Urales, el anhelo argentino no estuvo en la agenda. El próximo cónclave será en la India.
“Brasil ha sido el socio más reticente a la incorporación de la Argentina –comentó Mariano Turzi, autor del libro Mundo Brics y profesor del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella–. De Sudáfrica no tenemos evidencia para saber, mientras que de India trascendió que era el principal impulsor”. En su opinión, sumar a la Argentina no tendría un rédito significativo para los Brics. “No les traería un beneficio económico como bloque, sino que más bien serviría para potenciar las relaciones comerciales bilaterales de China e India con la Argentina y las políticas de Rusia con nuestro país”, explicó Turzi.
El gobierno argentino se entusiasmó por primera vez con la idea el año pasado, cuando Putin invitó a CFK a la cumbre de los Brics en Brasil. El optimismo creció por algunos gestos de China y sobre todo de la India, cuyo embajador en Buenos Aires llegó a plantear abiertamente el tema. Sin embargo, durante la cumbre de 2014 en Fortaleza, Rousseff dijo que el ingreso de Argentina “no está en discusión en este momento”, y el propio Putin también aclaró que “aumentar el número de miembros por ahora no se considera”. Desde entonces, la situación no cambió.