Luego, lo esperaba la reina Isabel II de Inglaterra, cuyo equipo desplegó toda la pompa del protocolo real para la ocasión.
La atención de los medios se centró en la italiana Carla Bruni, quien paseó detrás de los mandatarios junto al duque de Edimburgo enfundada en un sobrio pero elegante traje gris.
Por la noche, concurrieron a la cena de gala en el Palacio de Windsor en donde sorprendió la presencia de la madre de Bruni como parte de la comitiva.
En el segundo día, Sarkozy se dedicó a la política en el segundo día de la visita, con una reunión en Downing Street con el primer ministro Gordon Brown.
Ambos mandatarios sellaron varios acuerdos y el francés sostuvo que ambas naciones “nunca estuvieron tan cerca”.
La presencia de Bruni convocó a cientos de seguidores en las calles, que en cada ocasión se agolparon a ver a la modelo y cantante, justamente en el momento en el que se subasta su foto desnuda.