INTERNACIONAL
conmovedora ceremonia

Chapecó despidió a sus ‘guerreros’

Bajo un diluvio, la mitad de la población de la pequeña ciudad del sur brasileño salió a las calles para dar el último adiós a los jugadores y cuerpo técnico del modesto equipo que murieron en el accidente aéreo del lunes en Medellín.

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arena conda. Al estadio pudieron acceder unas 20 mil personas, entre ellas, los familiares de las víctimas. Otras 80 mil acompañaron el paso de los féretros por las calles. | afp

Chapecó

Millones de brasileños lloraron ayer a los “guerreros” de Chapecoense, fallecidos en Colombia y velados bajo una lluvia intensa, que puso marco a una ceremonia en la que habló el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y se proyectó un mensaje de Neymar. Estuvo presente, pero no habló, el presidente Michel Temer y se leyó un mensaje del Papa.

El país de los pentacampeones del mundo rindió homenaje a los jugadores del modesto Chapecó en el Arena Condá, con capacidad para sólo 20 mil espectadores, el mismo estadio donde esta pequeña ciudad del sur de Brasil aprendió a soñar en grande.  

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Chapecoense, que había llegado a primera división apenas en 2014, el miércoles pasado iba a disputar la final de la Copa Sudamericana ante Nacional de Medellín.

“El club nunca olvidará a sus guerreros” dijo el presidente de la entidad, Ivan Tozzo. “Este equipo nos enseñó que todo es posible”, agregó. Tozzo reemplazó a Sandro Pallaoro, muerto en el accidente.

La mayor parte de los jugadores y el personal del equipo murieron mientras se dirigían a Medellín para disputar la final. Un total de 71 de las 77 personas a bordo murieron:19 jugadores del equipo, dirigentes, cuatro miembros de la tripulación, y periodistas.

Soldados con boinas cargaron los ataúdes al estadio sobre sus hombros, caminando sobre los charcos en una cancha llena de coronas fúnebres, lábaros de clubes, banderas nacionales y otras muestras de homenaje fúnebre.

Una carpa enorme, con los ataúdes colocados debajo, cubrió el ancho del campo de fútbol. Encima de la tienda blanca, una frase del himno del club fue escrita para que todos la leyeran: “En la felicidad y en las horas más difíciles siempre serás un ganador”.

Los familiares y los amigos cercanos lloraban bajo las carpas. Muchos se reclinaron sobre los ataúdes con fotos de los difuntos, mientas la lluvia no dejaba de caer.

Ante los cincuenta féretros sonaron el himno nacional y del Chapecoense y fueron aplaudidos los nombres de cada una de las víctimas de la tragedia, leídos por altavoces.

El alcalde de la ciudad, Luciano Buligon, pronunció su alocución vestido con la casaca a rayas verdiblancas del Atlético Nacional y el presidente de la FIFA, el italiano Gianni Infantino, uno de los últimos en hablar, cerró su alocución con un “Vamos Chape: somos todos brasileños, somos todos chapecoenses, mucha fuerza a todos”.

A pocos metros de la estructura metálica cubierta con lona estaba el presidente de la República, Michel Temer (ver recuadro), y el entrenador de la selección nacional, Tite.

Diluvio. El diluvio que se abatió sobre Chapecó no impidió que desde temprano los hinchas se acercaran al estadio cuyas tribunas estuvieron prácticamente colmadas poco después del mediodía, cuando los soldados ingresaron con el primero de los cincuenta féretros.

Las pantallas gigantes instaladas dentro y fuera del estadio proyectaron el mensaje enviado por Neymar: “Desde Barcelona va mi sentimiento, mi oración para todos los guerreros que se fueron”.

Los hinchas cantaron: “Vamos Chape” con fuerza cuando, ya al final del velorio, se proyectó el video de los jugadores festejando el boleto a la final de la Sudamericana, tras el empate 0-0 ante San Lorenzo, el equipo cuyo hincha más famoso es el papa Francisco.

Cubiertos con capas plásticas y paraguas los “torcedores” asistieron con un silencio compungido a los discursos de las autoridades, y aplaudieron entre lágrimas, cuando ingresó a la cancha la madre del golero Danilo, el “héroe” del partido ante San Lorenzo, cuando atajó una pelota imposible en el instante final.

Doña Ilaídes Padilha se convirtió en la heroína de los simpatizantes del club. A pesar del fuerte aguacero la madre de Danilo se acercó a las tribunas donde consoló a los “torcedores”, repitiendo lo que había ocurrido el viernes cuando reconfortó a un periodista que perdió a un colega en Medellín.

Danilo, de 31 años, fue rescatado con vida del avión, pero falleció horas más tarde por las heridas sufridas.

Colombia. “Todos somos chapecoenses, y también colombianos”, declaró el club por sus altavoces, expresando el agradecimiento general por el apoyo logístico, médico y humano recibido en Colombia.

El entrenador del club del A-tlético Nacional, Reinaldo Rueda, hizo el viaje desde Medellín hasta Chapecó y fue ovacionado por las gradas, en las que destacaban varias banderas colombianas.