El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tiene dudas sobre las causas que llevaron a la muerte al libertador Simón Bolivar (los libros de historia enseñan que fue víctima de una tuberculosis a los 47 años) y sospecha que los restos que descansan en el Panteón Nacional sean de este líder latinoamericano.
Por esa razón, el extravagante jefe de estado ordenó abrir el sarcófago de Bolivar para confirmar 180 años después si la historia oficial está en lo cierto: "Hola mis amigos. ¡Qué momentos tan impresionantes hemos vivido esta noche! ¡Hemos visto los restos del gran Bolívar!”, escribió en su Twitter (@chavezcandanga) el viernes por la madrugada.
"Confieso que hemos llorado. Les digo: tiene que ser Bolívar ese esqueleto glorioso, pues puede sentirse su llamarada. Dios mío. Cristo mío", señaló un día después de que un equipo forense trabajara sobre el esqueleto para establecer si, como dice, fue asesinado.
En total, 50 especialistas de la Fiscalía General y del Cuerpo Técnico de Policía Judicial fueron filmados mientras abrían el ataúd y retransmitidos en cadena nacional. Los detractores de Chávez dicen, en realidad, que el operativo forma parte de una maniobra de distracción que oculta otras problemas: la inflación, publicó el diario español El País, llegó al 31% en junio pasado y fue la más alta de América Latina.