Madrid - Quema de fotos, fracaso en la mediación por las papeleras, altercado con Hugo Chávez, protesta del Rey de Marruecos y ahora la separación de su hija: al Rey de España se le han acumulado varios reveses en los últimos meses, lo que algunos ya denominan "Annus horribilis".
La reacción del Rey el sábado al término de la Cumbre Iberoamericana, donde mandó callar al presidente venezolano, se suma a una serie de acontecimientos que han hecho que Juan Carlos I cope las portadas en España desde hace meses y que hoy titularan: "Annus horribilis" o "Año horrible", recordando la frase de la reina Isabel de Inglaterra.
El incidente con Hugo Chávez -el Rey le espetó un irritado "¨Por qué no te callas?" cuando el presidente venezolano interrumpía al jefe del gobierno español- fue el colofón de una serie de acusaciones a España del mandatario latinoamericano y ha puesto en aprietos al gobierno español, que intenta recomponer ahora las relaciones con Venezuela.
Además se añade a un primer jarro de agua fría que la delegación española ya recibió en la Cumbre: Argentina y Uruguay dieron a entender que prescinden de la mediación que el Rey llevaba a cabo desde hace un año para solucionar el conflicto entre ambos por la instalación de dos plantas de celulosa en Uruguay.
El Rey "evidentemente estaba disgustado por el tema de las papeleras; no se ocultó en ningún momento. Toda la delegación estábamos disgustados desde el viernes por la mañana", reconoció a la agencia de noticias AFP una fuente del gobierno.
Se refería a que tras un encuentro el jueves entre los cancilleres español, argentino y uruguayo, el presidente de este último país autorizó el funcionamiento de una de las plantas sin comunicarlo a los otros dos países en aquella reunión y dio por terminada la facilitación española, ante lo cual el gobierno español expresó su sorpresa.
Estos acontecimientos se producen en un momento en que la monarquía española había saltado en España a la palestra debido a varios episodios de quemas de fotos de los Reyes por parte de militantes republicanos catalanes en septiembre.
Juan Carlos I, uno de los principales artífices de la transición en España tras la dictadura de Franco (1939-1975), respondió a ello en un discurso en el que subrayó que la monarquía parlamentaria es la base del "más largo periodo de estabilidad y prosperidad en democracia vividos por España".
La monarquía también ha sido cuestionada por el caso de la revista El Jueves, que en julio publicó una caricatura de los príncipes herederos manteniendo relaciones sexuales para criticar la política de natalidad del gobierno.
La publicación llegó a ser momentáneamente secuestrada y sus autores fueron condenados ayer a 3.000 euros de multa cada uno, en virtud del Código Penal español, que prevé hasta dos años de prisión para quienes calumnien o insulten al Rey o a cualquiera de sus ascendientes o descendientes.
Y a comienzos de noviembre, la primera visita de Juan Carlos y Sofía a los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, en el norte de Marruecos, organizada por el gobierno, provocó la condena del rey Mohamed VI -cuyo país reclama la soberanía de estos territorios- quien llamó a consultas a su embajador en Madrid, a pesar de los fuertes vínculos que mantiene con el Rey de España.
La lista no termina aquí: ayer se anunció la separación de la hija mayor del Rey, Elena, y su esposo, Jaime de Marichalar, suceso que no ha sorprendido pero que ha podido hacer mella en el ánimo de Juan Carlos I, que el 5 de enero cumplirá 70 años.