afp
Beijing
China creó tres nuevos cuerpos militares como parte de las reformas puestas en marcha para modernizar sus fuerzas armadas –las más grandes del mundo– y mejorar su capacidad de lucha.
Se trata de una “decisión estratégica mayor para realizar el sueño chino de tener un poderoso ejército”, anunció ayer el presidente Xi Jinping a la prensa oficial.
La televisión estatal mostró ayer a Xi Jinping entregando banderas militares a los responsables de las tres nuevas unidades: una encargada de la vigilancia del arsenal de misiles estratégicos, un mando general para el ejército de tierra y una unidad de apoyo a las tropas en combate, como precisó la agencia oficial Xinhua.
Descripta por Xi como una “fuerza central de disuasión estratégica”, la Fuerza de Misiles del Ejército relevará a la Segunda Artillería en el control del arsenal nuclear y los misiles convencionales del país. La nueva Fuerza de Apoyo Estratégico podría centrarse en la ciberguerra.
Otros planes de reforma incluyen eliminar los viejos equipos y desarrollar nuevos sistemas de armas.
Los cambios afianzan también el control del Partido Comunista sobre el Ejército. Solía estar supervisado por cuatro sedes, pero ahora el comando central militar estará controlado directamente por la Comisión Militar Central, presidida por Xi.
El Ejército ha estado en el centro de una campaña anticorrupción supervisada por el presidente. Los dos oficiales de mayor rango acusados
de aceptar sobornos eran
vicepresidentes de la
Comisión Militar Central.
Reducción. El presidente ya había adelantado que su gobierno se propone hacer más eficaz al Ejército, disminuyendo en 300 mil sus efectivos y reforzando el control del Partido Comunista sobre los uniformados. Ese anuncio también buscó mostrar que Beijing no supone una amenaza expansionista en la región.
De todos modos, más allá de la reducción, el Ejército chino seguirá siendo el de mayor tamaño del mundo, con dos millones de soldados.
El anuncio de las nuevas unidades tuvo lugar dos días después de que Beijing anunciara que está construyendo su segundo portaaviones, coincidiendo con las disputas marítimas que mantiene con sus vecinos por la soberanía de varios islotes en el Mar
de China.