Cifras de terror en Gran Bretaña: con más 1.000 muertos, podrían llegar a 20.000

Gran Bretaña registró este sábado 260 nuevos muertos por la pandemia de coronavirus con lo que ya son más de 1.000 los fallecidos por la epidemia, según un balance oficial difundido el sábado, lo que supone una rápida propagación en el país. El balance se eleva ahora (29 de marzo) a 1.019 muertos, tras haber registrado el mayor aumento de fallecidos en un sólo día desde el inicio de la epidemia, mientras el gobierno se prepara para contabilizar un total de 20.000 muertos "si se hacen las cosas bien".

"Podemos considerar que lo hemos hecho bien si logramos permanecer por debajo de 20.000 muertos" en el Reino Unido, afirmó el director de los sistemas sanitarios (NHS) Inglaterra, Stephen Powis. "Si son menos de 20.000... ese sería un buen resultado, aunque cada muerte es una tragedia, pero no debemos ser complacientes con eso", dijo Powis, en la conferencia de prensa diaria.

El funcionario también comentó que el NHS estuvo trabajando duramente para aumentar la capacidad de cuidados intensivos más allá de las 4.000 camas que normalmente posee. El esquema sanitario británico, amplió, está preparando quirófanos y áreas de recuperación para recibir pacientes críticos. Deslizó que eso estaba sucediendo en los hospitales de Londres y casi duplicaba su capacidad, aunque aún no se había utilizado para tratar a los pacientes.  "Por el momento, estoy seguro de que la capacidad está ahí", dijo Powis. "No hemos alcanzado la capacidad" máxima amplió.

El coronavirus ya infectó a 17.089 personas en el Reino Unido, incluidos el príncipe Carlos, heredero de la corona, el primer ministro, el conservador Boris Johnson y su ministro de Salud Matt Hancock. El jefe del gobierno padece "síntomas leves" y sigue dirigiendo la respuesta del ejecutivo a la pandemia, aseguró el ministro de Empresas, Alok Sharma, en una conferencia de prensa el sábado. 

Ante la rápida agravación de la epidemia, Reino Unido inició una carrera contrarreloj para reservar miles de camas en hospitales, en particular en Londres, donde la enfermedad se propaga rápidamente, por lo que Powis pidió que la gente permanezca "realmente, realmente verdaderamente confinada" para frenar la propagación. Desde el lunes los británicos tiene que quedarse en sus casas por al menos tres semanas. "Si logramos mantener el número de muertos por debajo de los 20.000, habremos salido airosos de esta epidemia", aunque cada "muerte sea una tragedia" dijo Powis.

Mientras el diagnóstico al personal sanitario empieza a tomar forma, el gobierno también se comprometió a "fomentar la producción de equipos personales de protección como las mascarillas" y a reducir "las barreras administrativas para la producción de gel antibacteriano", de manera que pueda estar disponible en los comercios "en unos días". Las iniciativas se multiplican para suministrar en la urgencia estos equipos de protección de los que carece el personal.

En cuanto a las muertes confirmadas, 935 ocurrieron en Inglaterra, 40 en Escocia, 38 en Gales y cuatro en Irlanda del Norte, según dijeron las autoridades sanitarias. El número de fallecidos supone un incremento de 260 víctimas mortales en un día, un aumento superior al récord marcado en el balance previo, de 181 muertos. El Departamento de Salud realizó pruebas a un total de 120.776 personas, según el comunicado oficial, de las cuales 103.687 dieron un resultado negativo.

DS