Claas Relotius, un reconocido periodista alemán de 33 años, era admirado por sus reportajes publicados en la prestigiosa revista de periodismo de investigación Der Spiegel. Pero ese mundo de aparente prestigio se derrumbó cuando descubrieron que Reolotius mentía en sus reportajes, e incluso inventaba historias y personajes.
Los escritos del reportero, considerado “uno de los periodistas más exitosos de estos años" se caracterizaban por ser "reportajes magistrales". Las sospechas se sembraron cuando uno de sus compañeros, que trabajó con el en una cobertura sobre la frontera entre EE.UU y México, comenzó a dudar de varios de los testimonios que Relotius había publicado.
Fue así que buscó evidencias, y le comentó a sus superiores de la revista sobre las sospechas que le despertaron dichos testimonios. Según relató la revista, el periodista confesó que había inventado episodios enteros, no solo de ese reportaje de noviembre de 2018, sino también de muchas otras de sus historias.
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Relotius asumió que en algunos casos nunca habló con muchas de las personas que cita en los reportajes, y que a otros personajes, que eran reales, les inventaba una biografía o los citaba diciendo cosas que nunca dijeron. "Tomaba partes y retazos y a partir de ellos formaba sus criaturas como un pequeño dios juguetón", explicó la publicación alemana Der Spiegel sobre lo sucedido.
De los sesenta reportajes que Relotius publicó en Der Spiegel desde 2011, al menos 14 de ellos tienen falsedades. La revista además no descarta que otros medios hayan sido perjudicados por las mentiras del reportero, porque paralelamente al trabajo en la revista colaboraba también con otras publicaciones.
“No es un reportero, sino alguien que cuenta cuentos de hadas cada vez que quiere. Relotius ha falsificado historias e inventado personajes, con lo que ha engañado a los lectores y a sus colegas", sostuvo la revista en un artículo que da detalles sobre el escándalo.
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El pasado 3 de diciembre, Relotius había ganado el premio al Mejor Reportaje del año en Alemania, con una historia sobre un niño sirio y que contaba el conflicto en ese país. Al admitir las mentiras, el periodista justificó su comportamiento alegando que lo hacía por "miedo al fracaso" y que "la presión aumentaba" con el éxito que tenían sus escritos.
El joven periodista ganó cuatro premios alemanes de periodismo, un premio de la prensa europea, la cadena CNN lo nombró "Periodista del año" y la revista Forbes lo incluyó en la lista de las 30 personas menores de 30 años más influyentes de los medios en Europa.
Tras despedirlo el pasado miércoles de la revista, Der Spiegel creó una comisión para investigar el caso y establecer recomendaciones para fortalecer los mecanismos de control de calidad de los textos que se publican.
A.G./F.F.