La crisis en Egipto hoy puede tener su día D. Es que, tal como preveían los organizadores, miles de personas comenzaron a concentrarse en el centro de El Cairo para forzar la salida del líder del régimen Hosni Mubarak. Por su parte, el Ejército se comprometió a no reprimir, lo que fue visto como una señal negativa para el aún líder africano.
Helicópteros militares sobrevuelan la ciudad y los soldados desplegados en la capital desde el viernes controlaban los accesos. El portavoz del Ejército dijo que "la libertad de expresión de forma pacífica está garantizada para todos". Una marcha similar a la de El Cairo fue convocada en Alejandría, junto al Mediterráneo, como respuesta a la decisión de las autoridades de interrumpir el tráfico ferroviario desde el lunes.
En la Plaza Tahrir (Plaza de la Liberación), epicentro de las revuelta, ya hay miles de manifestantes. "¡Fuera Mubarak!" gritaban y enarbolaban pancartas con la imagen del presidente colgado y una leyenda al pie: "Tu cabeza rodará". "La pelota está ahora del lado de los europeos y los norteamericanos. No queremos nada de ellos, pero tampoco queremos que ayuden a Mubarak", dijo a la AFP un manifestante, Usama Alam, de 43 años.
Sin apoyo del Ejército. Las Fuerzas Armadas consideran "legítimas" las reivindicaciones del pueblo egipcio, que manifiesta desde hace una semana contra el poder de Mubarak. Aseguraron ayer que no utilizarán la fuerza y afirmaron que la presencia de soldados en las calles es "para garantizar la seguridad del pueblo egipcio".