El príncipe Guillermo, nieto de la reina Isabel II de Inglaterra, llegó hoy a las Malvinas para continuar su instrucción militar, en medio de la tensión entre el Reino Unido y Argentina por la soberanía de las islas del Atlántico Sur.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido confirmó la llegada a las islas Malvinas del duque de Cambridge, de 29 años y segundo en la línea de sucesión al trono británico.
El príncipe Guillermo, que se casó en abril pasado con Catalina Middleton, completará su formación militar durante unas seis semanas en la base aérea de Mount Pleasant para realizar tareas de copiloto de helicópteros de rescate.
Su presencia en las islas Malvinas es parte de "un despliegue operativo de rutina", aseguró el Ministerio.
"El teniente de vuelo Gales (apellido que toma Guillermo) ha llegado a las islas Malvinas como parte de un equipo de búsqueda y rescate formado por cuatro personas para una operación de rutina", señaló Defensa, que indicó que el príncipe asumirá su puesto tras un periodo de "familiarización". Su habitación será igual al resto de los oficiales, y deberá almorzar junto a más de 200 personas que se encuentran en la base militar. Los baños son compartidos.
Argentina lo considera una provocación, ya que se produce meses antes de cumplirse los 30 años de la guerra de las Malvinas, que empezó después de que los militares argentinos ocuparan las islas el 2 de abril de 1982 y terminó el 14 de junio de ese año con la rendición argentina.
El martes, el Reino Unido anunció el próximo envío al Atlántico Sur de uno de sus barcos de guerra más modernos, el destructor "HMS Dauntless", Tipo 45, en sustitución de la fragata "HMS Montrose".
El Ministerio de Defensa aseguró que el despliegue del destructor ya estaba programado y es una medida de rutina, pero la decisión ha molestado en la Argentina.
El vicepresidente argentino, Amado Boudou, acusó hoy al Gobierno del Reino Unido de tratar de "tapar" asuntos internos, como el desempleo y el separatismo escocés, con "bravuconadas" en relación a las islas Malvinas.
"El colonialismo como estructura política es una vergüenza que nuestra humanidad guarda del siglo XVII y XVIII. Quedan muy pocos enclaves, y uno es Malvinas", indicó Boudou.