INTERNACIONAL

Cómo fue la inesperada visita de Ban Ki-moon a una estación de servicio

Los empleados del lugar no sabían que se trataba del titular de la ONU. Cuánto le salió el desayuno rutero. Galería de fotos. Galería de fotos

Los lugareños no reconocieron al secretario general de la ONU.
| Prensa Naciones Unidas

Aunque las imágenes del titular de la ONU Ban Ki-moon tomando un café en una estación de servicio recorren el mundo, para los empleados del local la presencia de un cliente de tal jerarquía mundial no desequilibró su cotidiana tranquilidad.

"Sería alrededor de las 7.30, no había otros clientes y ni siquiera vimos que se bajaba de un colectivo", relató a Perfil.com Pablo, encargado de la estación de servicio de la localidad de General Lagos, ubicada en el kilómetro 270 de la autopista que une a Rosario con Buenos Aires.

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Recién cuando se retiró el secretario general de la ONU de la cafetería del lugar, los pocos empleados que se encontraban allí pudieron detectar que se trataba de alguien de importancia: "Vimos que se retiraba con un par de custodios, pero  no sabíamos quién era".

Según estiman, el costo del frugal desayuno de Ki-moon no superaría los 11 pesos: 6 por el café y 5 por un alfajor santafesino.

En esa estación de servicio suelen detenerse varios ómnibus, sobre todo cuando la zona se llena de neblina. Sin embargo, cuando se detuvo allí el titular de la ONU, una parada técnica en medio de su accidentado paso por el país, no había más comensales en el lugar.

Finalmente, Ki-moon pudo llegar a Buenos Aires, donde almorzó con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien aprovechó el encuentro para volver a reclamarle que interceda con el fin de que Gran Bretaña se siente a la mesa de negociaciones por la soberanía de las islas Malvinas.

Ki-moon, por su parte, elogió el rol del país en el G-77 y recorrió la Esma junto a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

A la tarde viajó a la República Oriental del Uruguay en uno de los servicios de Buquebus, ya que los vuelos continuaban suspendidos por las cenizas volcánicas.