Santiago - Después de que durante el año pasado familiares del ex presidente de Chile (1964-1970) Eduardo Frei Montalva comenzaran a sospechar sobre la posibilidad de que el ex mandatario democristiano hubiera sido envenenado, ahora se conoció mediante un estudio de laboratorio que el hombre que le entregó el mando presidencial a Salvador Allende tenía gas mostaza entre sus tejidos.
Fallecido en 1982 luego de ser sometido a una intervención quirúrgica de rutina, gente cercana al ex jefe de Estado empezó a desconfiar acerca de las causas de su muerte, luego de que trabajadores de la clínica en la que había sido operado revelaron en 2006, que varios médicos trabajaban allí al servicio de la DINA, la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet.
"Sabíamos que hubo médicos del DINA en la clínica Santa María, donde fue operado, no sabíamos de este laboratorio belga que ahora día conocemos los detalles, para mí fue una sorpresa", afirmó Carmen Frei, hija del ex mandatario, desde Canadá.
A su vez resaltó que "sólo nos faltaba saber con qué producto fue intoxicado, cómo se hizo”, mientras que añadió que también nos falta saber, entre pocas alternativas que se tienen, quién lo hizo".
Frei Montalva fue un férreo opositor a Salvador Allende e incluso algunas versiones lo ubican como instigador del golpe de Estado que lo derrocó. Sin embargo, como toda la Democracia Cristiana chilena, se corrió a la oposición al régimen y pasó a ser proscripto por el régimen.
El gas mostaza, un arma química de fácil elaboración, fue detectado de manera preliminar por expertos de la Universidad belga de Gent, en al menos tres muestras tejidos del ex presidente.
Según el diario La Tercera –quien difundió la noticia-, el juez Alejandro Madrid, quien investiga las causas de la muerte de Frei, recibió hace dos semanas el informe patológico del laboratorio de la universidad belga.
De acuerdo a la versión periodística, el químico causó la muerte del ex presidente, sin embargo el magistrado se abocará a determinar si la sustancia significó el deterioro de su salud tras ser operado de una hernia de hiato.
El gas, utilizado desde la Primera Guerra Mundial, provoca daños a los sistemas respiratorios y digestivo, mientras que disminuye las células en el torrente sanguíneo y genera una mayor predisposición a contraer infecciones, según un despacho de la agencia Ansa, reproducido por Télam.
Lo llamativo de esta caso, es que último informe contrasta con otro anterior realizado por el laboratorio del FBI norteamericano, que en 2005 descartó la presencia de gas mostaza en las mismas muestras del tejido de Frei.