Blaine, de 35 años, terminó su desafío, iniciado el lunes al ser colgado de los talones sobre la pista de hielo del parque.
Tras completar su desafío, Blaine dio la impresión de desaparecer de la estructura de la que había estado colgando, al ser levantado hacia el cielo por el cable del que había estado suspendido. Algunos de los que estaban observando el hecho criticaron que Blain no había estado boca abajo durante todo el tiempo.
Durante toda la prueba el mago tomó posición normal hasta una vez por hora, para beber líquidos, orinar y ser examinado por médicos.
"No fue nada del otro mundo", dijo Joshua Yoselowitz, banquero de 31 años, a la AFP. "Tendría que haberme ido a casa. Si no hubiera sido David Blaine ni siquiera hubiera venido", agregó.
El ilusionista, que ha pasado 72 horas encerrado en hielo y 44 días sin comida en una caja de acrílico, había dicho a la AFP antes de la prueba que colgar invertido durante tres días era su desafío más difícil.
Su médico Massimo Napolitano explicó previo a la prueba que la principal preocupación era que sufriera daños cerebrales y oculares debido al bombeo de sangre en la cabeza.
El héroe de Blaine es Harry Houdini, el legendario mago y escapista de fines del siglo XIX y principios del XX.