Las potencias mundiales expresaron su indignación ayer ante el nuevo ensayo nuclear norcoreano, y convocaron a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, en el que Francia pidió una resolución con nuevas sanciones contra Pyongyang.
“Debemos romper de forma urgente esta acelerada espiral de escalamiento”, dijo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Corea del Norte confirmó ayer haber logrado detonar una cabeza nuclear capaz de ser instalada en un misil, un quinto ensayo nuclear denunciado por Corea del Sur como un acto “de autodestrucción” que deja demostrada la “maníaca imprudencia” del dirigente norcoreano Kim Jong-un.
Este ensayo, el más potente jamás realizado por el Norte, según Seúl, agravará las tensiones en la península, donde las ambiciones nucleares y militares del régimen aislacionista ya fueron condenadas en sucesivas ocasiones por la comunidad internacional que decidió imponerle duras sanciones.
Según la prensa oficial norcoreana, este último ensayo permitió a Pyongyang alcanzar su objetivo: miniaturizar una ojiva nuclear para poder armar un misil.
Sospechas. Las primeras sospechas sobre un nuevo ensayo las emitieron los sismólogos que detectaron un temblor de 5,3 de magnitud cerca del principal sitio de ensayos nucleares norcoreano, en el noreste del país.
“Esta explosión de 10 kilotones era casi dos veces más potente que el cuarto ensayo nuclear y levemente menos que el bombardeo de Hiroshima, que tenía unos 15 kilotones”, explicó Kim Nam-Wook de la agencia meteorológica surcoreana.
A pesar de todas las prohibiciones y advertencias por parte de la ONU, el presidente norcoreano ya realizó este año una serie de pruebas con misiles.
El Instituto Norcoreano para Armas Nucleares confirmó que la prueba tuvo la “estructura y las características del movimiento específico de una cabeza nuclear estandarizada”.
El ensayo será analizado de cerca por los expertos que intentan determinar si permitió al Norte hacer nuevos progresos y si se trata de una bomba atómica o de una bomba de hidrógeno, mucho más potente.
Los analistas se inclinan, según los datos disponibles, por la hipótesis de que se trata de un artefacto clásico.
La Asociación de Control de Armas de Estados Unidos estima que Pyongyang posee entre en seis y ocho artefactos de fisión nuclear basados en plutonio.
Si Pyongyang llegase a fabricar una bomba nuclear lo suficientemente pequeña para equipar un misil y reforzar la precisión, el alcance y la capacidad de sus vectores, se acercaría a su finalidad última: alcanzar objetivos estadounidenses.