Además de verse muy bien, los miembros de la realeza de todo el mundo tienen sus favoritos dentro del mundo de los perfumes.
Tal como señala el portal Vanitatis, el rey Juan Carlos de Borbón es fanático de Vetiver, de la firma francesa Guerlain, una fragancia que fue creada en 1959. Con un fondo de tabaco y madera, tiene también una nota fresca. Obviamente que el soberano no compra en perfumerías o free shops como todos los mortales: le envían sus frascos desde la casa matriz.
Su nuera, la periodista devenida en princesa real, Letizia Ortiz, prefiere Eau de Soir, de la firma Sisley. También la elige para maquillajes. La fragancia tiene flores blancas, iris, musgo y pachuli, realzado con especias y con ámbar.
La bellísima Rania de Jordania también prefiere a Guerlain: usa el Samsara, también muy popular entre las argentinas. Una fragancia imponente con base de sándalo. Su esposo, por su parte, usa Habit Rouge, con base de vainilla, piel y musgo, con notas de canela y cedro.
El príncipe Guillermo de Inglaterra usa una fragancia antiquísima pese a su juventud. Sucede que el Blenheim Bouquet data de 1902 y fue creado por la firma Penhaligon para el duque de Marlborough. A partir de ese momento, fue nombrado el perfumero de la casa real. Su madre, Diana de Gales, usaba usaba Diorissimo, de y LAir du Temps de Nina Ricci.
Estefanía de Mónaco usa cualquier perfume que tenga sándalo, mientras su hermana Carolina siempre usa Coco de Chanel, un clásico para una mujer clásica.