Corea del Norte efectuó este domingo su sexto ensayo nuclear, el más potente hasta la fecha, y aseguró haber probado una bomba H, lo que despertó la condena internacional y la amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, que calificó el acto de "peligroso" y "hostil" hacia Estados Unidos.
"El equipo de Seguridad Nacional está siguiendo esto de cerca", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders. "El presidente y su equipo de Seguridad Nacional mantendrán una reunión (...) más tarde en el día de hoy (domingo)".
Anteriormente, servicios sismológicos de varios países habían detectado una actividad sísmica inusual en el noreste del país, cerca del lugar donde Pyongyang llevó a cabo anteriores pruebas nucleares. Según China, el temblor, provocado de manera artificial, alcanzó una magnitud de 6,3 grados en la escala de Richter.
Condena de los vecinos. El primer ministro japonés, Shizo Abe, calificó el presunto test de "absolutamente inaceptable". La bomba, "de una potencia sin precedentes", marca "un hito muy importante, el hecho de alcanzar el objetivo final, que es completar la fuerza nuclear del Estado", añadió. También se sumó Corea del Sur a la condena a la prueba del líder Kim Jong- Un
Europa promueve más sanciones. Por su lado, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se dijeron favorables a "un endurecimiento" de las sanciones de la Unión Europea contra Corea del Norte.